México, 11 jun (PL) Como la esperanza es lo último que se pierde, y pese a la decepción por los últimos juegos de la Tricolor, unos 30 mil mexicanos apoyarán a su equipo en el Mundial de Rusia 2018.
El fútbol es pasión en México, y tanto así, que el equipo que dirige Juan Carlos Osorio se despidió hace una semana en el estadio Azteca con un empate a cero frente a Escocia, y el abucheo de miles de aficionados.
Antes había empatado en Pasadena, Estados Unidos, con el conjunto de Gales, y el sábado último sucumbió sin gloria alguna contra otra selección mundialista, la de Dinamarca.
El once está al borde del abismo, suscribe la periodista Marlene Santos en el diario La Jornada.
Casi todos los aficionados están ciertos de que la selección de Osorio (el colombiano director técnico) es un desastre, un amasijo sin pies ni cabeza, añade.
Para más, luego del empate en el Azteca, los seleccionados se dieron el lujo de irse de fiesta, lo cual resultó escandaloso para algunos medios deportivos.
Osorio dijo que el convite fue autorizado, aunque para muchos mexicanos no habían razones que celebrar.