Greenpeace ve “imposible” estimar la magnitud del derrame de petrolero Sanchi

La organización ecologista Greenpeace alertó hoy de que es “imposible” estimar la magnitud del derrame del petrolero Sanchi, ya que no se dispone de “información precisa” al respecto, mientras que los últimos datos del Gobierno chino muestran una reducción de las manchas.

“Esta es una situación en evolución y no se dispone de información precisa sobre las cantidades de petróleo derramadas y las que probablemente se derramen en el futuro”, apuntó en un comunicado el jefe de la unidad de Ciencia de Greenpeace International, Paul Johnston.

Así, asegura la organización, sigue siendo casi imposible evaluar la magnitud del derrame producido en las aguas del mar de China Oriental y cuáles serían los posibles impactos ambientales.

Pese a que el Gobierno chino ofrece un breve informe casi diario sobre las tareas de limpieza del vertido y hace balance sobre el tamaño de las manchas, diez días después del hundimiento y 18 días del choque del Sanchi con un buque mercante, todavía no ha ofrecido ningún dato oficial sobre los posibles daños ambientales.

“Las autoridades deben garantizar que haya una supervisión continua del derrame y que se ponga en marcha un programa de supervisión de la vigilancia exhaustivo y sistemático para evaluar su importancia ecológica”, exigió Johnston.

Lo que está claro es que el petrolero de 274 metros de eslora y hundido a unos 115 metros de profundidad, continúa soltando hidrocarburos al mar, ya que además de la carga tenía unas 1.000 toneladas de combustible en el momento del hundimiento, según aseguran los expertos.

Los últimos datos ofrecidos la pasada noche por la Administración Estatal de Océanos muestran que las manchas bajaron ayer hasta los 93 kilómetros cuadrados, 36 de ellos con una mayor concentración de hidrocarburos.

En los últimos días el tamaño de las manchas ha variado mucho, ya que el viernes era de 260 kilómetros cuadrados, el sábado se redujo a 199 kilómetros cuadrados y el domingo creció hasta los 332 kilómetros cuadrados, por lo que la situación continúa siendo muy inestable.

Personal de ese organismo continúa realizando tareas de vigilancia y control en las aguas que rodean el lugar del hundimiento y en las últimas doce muestras recogidas los resultados reflejan que el contenido de hidrocarburos en agua de mar se ajusta a la norma de calidad del agua.

Por su parte, el Ministerio de Transporte aseguró anoche que se ha conseguido limpiar un área de 107,2 millas cuadradas y que hasta el 22 de enero habían participado en las tareas un total de 71 buques.

El pasado domingo, el Gobierno chino informó que había logrado que robots subacuáticos llegaran hasta el pecio y que habían comprobado el estado de los restos del barco y cómo quedaron destruidos o gravemente dañados tras la explosión que causó su hundimiento.

El buque se hundió el pasado día 14 a unos 530 kilómetros al sureste de Shanghái, tras una gran explosión y después de arder durante ocho días y estar a la deriva, a raíz de colisionar el 6 de enero en alta mar con el mercante hongkonés CF Crystal.

Cuando ocurrió el accidente, el Sanchi llevaba unas 136.000 toneladas de condensado de petróleo y a 32 tripulantes a bordo, que no pudieron ser rescatados con vida y de los cuales solo se encontraron tres cadáveres.

EFE

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