El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, anunció este lunes en el Parlamento israelí el traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén “antes del final del año que viene”.
“Jerusalén es la capital de Israel y como tal (Donald) Trump ha dado indicaciones al Departamento de Estado para empezar las preparaciones del traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén”, declaró frente al Congreso.
Asimismo, Pence subrayó que Estados Unidos insta a los dirigentes palestinos a regresar a la mesa de negociaciones. La Autoridad Nacional Palestina congeló los contactos oficiales con Washington tras el anuncio de Trump. ” La paz solo puede venir a través del diálogo”, urgió.
La sesión estuvo marcada también por el boicot de los diputados árabes israelíes, que fueron expulsados al protestar contra la decisión sobre el tema. Algunos legisladores empezaron a gritar y a esgrimir carteles de protesta cuando Pence iniciaba su discurso, antes de que fueran retirados.
La semana pasada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que los Estados Unidos podrían trasladar su embajada dentro de un año, acortando el plazo estimado por el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, quien estimó en diciembre que el traslado no se haría efectivo probablemente antes de dos años.
La vista de Pence se produce mes y medio después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel y el comienzo de los trámites para trasladar allí la embajada de su país, que se encuentra actualmente en Tel Aviv.
Esta decisión desató las iras de los palestinos y su presidente, Mahmud Abás, anunció que no se reuniría con Pence durante su visita a Israel, por considerar que Estados Unidos había “cruzado una línea roja”, una decisión que la Casa Blanca tachó de “desafortunada”.
Pence tenía programada esta visita para el pasado diciembre, en medio de la tormenta desatada por el anuncio de Trump. Sin embargo, decidió posponer su gira a Oriente Medio alegando la necesidad de su presencia en el Senado norteamericano en las mismas fechas para la votación de una reforma fiscal.