Las autoridades sursudanesas pidieron hoy a Estados Unidos que retire la decisión de restringir la venta de armas, impuesta el pasado 2 de febrero, ya que esa medida será “aprovechada” por los rebeldes del país para atacar a los civiles.
“Pido a la administración estadounidense que retire su decisión de imponer una restricción de armamento al Ejército gubernamental. Esto no ayuda a la estabilidad ya que los rebeldes aprovecharán la decisión para lanzar muchos actos violentos que causarán una matanza de civiles”, dijo a los medios el ministro sursudanés de Defensa, Koul Manyang Yuuk.
“Hemos informado a Estados Unidos de que las sanciones se han impuesto en un momento inadecuado”, dijo el ministro, quien añadió que no se puede imponer esa restricción mientras “los rebeldes todavía consiguen muchas armas”.
En este sentido, indicó que esta medida va a “complicar el proceso de paz” entre las dos partes en conflicto en el país.
El Departamento de Estado estadounidense anunció el pasado día 2 que aplicará restricciones a la exportación de armamento y servicios de defensa a Sudán del Sur a fin de presionar para poder acabar con el conflicto que vive el país.
El pasado diciembre, el Gobierno sursudanés y la oposición armada firmaron un cese de las hostilidades, que, sin embargo, ha quedado ya en papel mojado, con los dos bandos acusándose de su fracaso.
Sudán del Sur es escenario de un conflicto desde diciembre de 2013 entre las fuerzas del presidente, Salva Kiir, de la etnia dinka, y las de su exvicepresidente, Riek Machar, de la tribu nuer
Según datos divulgados por EE. UU., 1,5 millones de personas están al borde del hambre y aproximadamente 2,4 millones han huido de Sudán del Sur a causa de la guerra. EFE