El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, deseó hoy en una carta a su sucesor, que será elegido a mediados de este año, que no arrase lo que encuentre al llegar al Gobierno, sino que trabaje sobre lo “bien construido”.
“Ojalá pueda también decir que no arrasó lo que encontró sino que construyó sobre lo que consideró que estaba bien construido, que no se dejó llevar por el complejo de Adán”, reza la misiva hecha pública hoy a un sucesor que será elegido en las elecciones cuya primera vuelta se celebrará el 27 de mayo y la segunda, de ser necesario, el 17 de junio.
En la carta, Santos hace un resumen de la labor de su mandato durante ocho años que concluirá el próximo 7 de agosto y asegura que “lo importante es poder decir al final del Gobierno que hizo todo lo humanamente posible y que hizo siempre lo que consideró correcto, así fuera impopular”.
Por eso, le asegura que ser presidente hoy en cualquier lugar del mundo “es cada vez más difícil”, en buena medida por la creciente polarización y “el triunfo de las emociones sobre los argumentos”.
También considera que la inmediatez de las redes sociales y la rapidez con que cambia la tecnología “impone ritmos cada vez más exigentes y presenta nuevos desafíos en el diálogo con el ciudadano”.
Santos le desea entre otras cosas que tenga “una oposición más racional y constructiva” que la que le ha tocado a él.
Durante buena parte de su Gobierno, el presidente colombiano ha tenido una dura oposición en su antecesor, Álvaro Uribe, quien fundó el partido Centro Democrático, crítico del acuerdo de paz con las FARC y que ha tenido un peso notable en el Congreso.
Pese a ello, afirma que ha gobernado “con verdadera pasión y plena convicción”, puesto que considera que “solo así se resiste tanto palo” como ha recibido a lo largo de los ocho años de Presidencia.
Reconoce que haber recibido tantas críticas “ha sido duro”, pero agrega que así como ha tenido momentos “muy difíciles y grandes desilusiones”, también ha “tenido momentos de inmensas satisfacciones”.
Finalmente, se despide de su sucesor, asegurándole que no va “a interferir para nada en su trabajo”.
“Yo ya tuve el inmenso privilegio de gobernar durante ocho años. Ahora es su turno. Si me necesita ahí estaré. Le deseo los mayores éxitos. Su éxito será el éxito de todos nosotros, de toda Colombia”, concluye.