En una breve notificación, el alto tribunal anunció su decisión de no admitir a trámite el caso y rechazó así la petición del Departamento de Justicia de EEUU.
En cuestión estaba el fallo de un juez de una corte federal de California, quien en enero determinó que Trump no podía acabar por completo con el programa mientras hubiera litigios pendientes en diferentes cortes del país relativas a este programa, un veredicto que el Departamento de Justicia recurrió directamente ante el Supremo.
En la práctica, y temporalmente, la decisión significa que el plan DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) sigue vigente y los servicios migratorios de EEUU deben seguir aceptando las peticiones de renovación de ese permiso migratorio, que frena la deportación de los jóvenes indocumentados y les permite trabajar.
El gobierno había apelado a una orden judicial que ordenaba que se continúe aceptando las aplicaciones de renovación de beneficios, por lo que buscaba que la máxima instancia de la Justicia revise directamente el caso.
Sin embargo, el tribunal indicó este lunes que “la corte de apelaciones procederá expeditivamente a decidir sobre el caso”.
El dictamen supone una pequeña victoria para los defensores de los inmigrantes, puesto que hasta que se posicione la corte de apelaciones siguen en vigor tanto el fallo del juez de California como el veredicto que emitió este mes un magistrado de Nueva York para impedir el fin de DACA.
Queda pendiente conocer la postura del Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito, con sede en San Francisco y que ha fallado en numerosas ocasiones en contra de Trump.
El presidente Donald Trump ha manifestado su oposición (y posible veto) a cualquier proyecto que no incluya la financiación para la construcción del muro en la frontera sur, así como un punto final al sistema de lotería de visas y la llamada “migración en cadena”, con la que familiares de residentes entran al país.