Desde hace unas semanas los bombillos de diferentes estados de Venezuela han estado intermitentes, el servicio eléctrico se ha visto cortado. Las causas se desconocen y las consecuencias son varias, aumento de la inseguridad, baja en ventas y poca eficiencia laboral.
Los cortes se han presentado en Zulia, Trujillo, San Bernardino, Carvajal y Motatán, según los reportes. Los comercios y los bancos han tenido que suspender sus actividades por la imposibilidad de prestar el servicio, los unos necesitan del pago electrónico por la escasez de efectivo y los otros por la caída del software que les impide hacer sus operaciones bancarias.
“Nosotros hemos perdido mucho, no tenemos punto porque se robaron lo cables de Cantv y de paso los que tienen no pueden vender nada porque no hay luz, muchos de nosotros no tenemos casi nada porque los bajones y apagones quemaron otros puntos”, expresó uno de los vendedores de Zulia.
En Trujillo, Carvajal y Motatán la oscuridad ha servido de cobija para los delincuentes. Tras el cierre de los locales, grupos de personas atacaron las tiendas comerciales para saquear los productos, rompieron los vidrios, las puertas y hasta asesinaron un joven de 23 años con una piedra en Motatán.
La falta del servicio eléctrico ha llevado a la protesta de los venezolanos que han bloqueado calles y generado caos en las ciudades para protestar por la falta de servicio. Sin embargo no se ha dado un pronunciamiento oficial por parte del Gobierno.
Algunos exfuncionarios de la empresas públicas explicaron que hay dos causas principales del declive de las empresas prestadoras del servicio eléctrico. José Maria de Viana expresidente de Hidrocapital concluyó que el problema reside en el Gobireno, quien retiró de sus cargos a los gerentes para entregarle los puestos a miembros del partido oficialista, y, agregó, muchos de ellos no tienen el profesionalismo para dirigir las empresas.
Por su parte, Norberto Bausson, expresidente del Instituto Municipal Autónomo de Protección y Saneamiento Ambiental de Sucre, aseguró que la situación se debe a la profunda crisis económica que vive el país.
“El efecto país hace que el ciudadano no pueda colaborar para la mejora de los servicios con el pago de tarifas adecuadas. En América Latina 1 metro cúbico de agua cuesta 1 dólar, es decir, 30 dólares al mes en promedio para los usuarios, pero el venezolano, con los sueldos que tenemos, no podemos pagar eso”, aseguró Bausson.
Los cortes en el servicio eléctrico se venían presentando desde los últimos meses de 2017, pero este mes se incrementaron y afectaron los negocios. Ni siquiera las empresas que poseen plantas eléctricas han podido mantener su operación, por la frecuencia de los cortes tienen que economizar la carga de la planta y se han visto obligados a reducir el horario laboral.
KienyKe