Las crisis políticas en Nicaragua y Venezuela sobrevolarán el encuentro de dos días en Bruselas entre cancilleres europeos, latinoamericanos y caribeños, que empieza este lunes con el objetivo de estrechar lazos en comercio, migración y cambio climático.
“Una cosa son los temas de la agenda y otra cosa son los contactos que se hacen” en los márgenes, indicó este lunes el ministro de Relaciones Exteriores español, Josep Borrell, en Bruselas, asegurando que conversará con sus pares de Venezuela y Nicaragua.
Bajo el lema “Construyendo puentes y reforzando nuestra asociación para afrontar los desafíos globales”, los cancilleres de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reúnen por segunda vez en sustitución de los líderes.
La negativa de un grupo de países americanos, conocido como el Grupo de Lima, de asistir a la tercera cumbre de mandatarios prevista en octubre pasado en San Salvador por la situación en Venezuela obligó a reemplazarla por este encuentro de cancilleres, aunque manteniendo la agenda.
En un contexto mundial con vientos de guerra comercial, la reunión de cancilleres representa, según la diplomacia brasileña, la “oportunidad” para “reafirmar los valores que aproximan a América Latina, el Caribe y la UE a nivel mundial”.
La agenda recoge así temas en los que ambos bloques, que representan a más de mil millones de habitantes, coinciden frente a Trump como la defensa del Acuerdo de París sobre clima, el multilateralismo o las negociaciones comerciales en curso.