La llegada de Patrick Roberts anima el estreno del Girona ante el Valladolid (20.15). Al partido le faltaba el picante de un futbolista como el inglés después que Eusebio Sacristán, el nuevo entrenador, y su ayudante Onésimo Sánchez, hayan explicado las pautas del equipo de Montilivi. Los técnicos aspiran a que la plantilla tenga el mismo espíritu que en tiempos de Machín: la unidad, el entusiasmo, la energía y la competitividad que tanto le ayudaron en su estreno en la Primera División. El plan de juego, en cambio, variará porque Eusebio entiende el juego de forma diferente a Machín.
La defensa de tres centrales, y el despligue a partir del 3-5-2, señas de identidad del plantel de Machín, darán paso a un dibujo más convencional: 4-4-2 o 4-3-3. A Eusebio le gusta que sus equipos sean protagonistas con la pelota —aumentará la participación de Aleix García, Àlex Granell y Borja García—, es más partidario de una zaga con cuatro defensas y apuesta también por jugadores de la cantera, como se advirtió en la Real Sociedad y el Celta después de su paso por el Barça B.
El secretario técnico Quique Cárcel aspira todavía a retocar una plantilla que apenas ha experimentado novedades, a excepción de Roberts. El extremo llega cedido del City, club vinculado al Girona, después de marcar 18 goles y dar 26 asistencias en 78 encuentros con el Celtic Glasgow.
El partido tendrá por lo demás un especial interés para Eusebio y Onésimo por su vinculación con Valladolid. El equipo castellano está entrenado por Sergio González, extécnico del Espanyol. “Necesitaremos tener una buena estabilidad defensiva para puntuar en Montilivi”, argumentó Sergio, protagonista del ascenso con el Valladolid y que continúa pendiente de cuatro fichajes antes de recibir la próxima jornada al Barcelona.