Por Maylín Vidal, Prensa LatinaBuenos Aires, 5 nov (PL) Lo que debería ser una fiesta por el duelo inédito e histórico entre dos grandes clubes de fútbol argentino en la final de la Copa Libertadores es hoy la preocupación de muchos en este país por las pasiones exacerbadas que genera ese deporte aquí.
Y es que normalmente en esta nación, que se alimenta y vive de fútbol, en no pocos partidos los hinchas terminan a veces con un grado de agresividad tal que se han registrado incluso muertos y violentos episodios.Ya sea por las conocidas barras bravas -que ponen la nota discordante dentro de la hinchada- o por la rivalidad existente entre los dos clubes que más pasiones despiertan, a veces lo que debería ser alegría, termina en tristeza y lamentables incidentes.
Estos son los goles con los que Boca Juniors llegó a la gran final de la Copa Libertadores.
¡Volvé a gritar los goles de @wanchopeabila9 y @PipaBenedetto con sonido ambiente en el Allianz Parque! 📽️ @Libertadores #VamosBoca 👊 pic.twitter.com/c24XuJKHB6
— Boca Jrs. Oficial 🏆🏆 (@BocaJrsOficial) 1 de noviembre de 2018
Quiso el destino que Boca Junior y River Plate, las dos más grandes selecciones locales de Argentina, se midieran en la final de la Copa Libertadores 2018 y, probablemente el sábado en el estadio de la Xeneize se avista un partido que ya genera temores y tensiones incluso hasta del propio presidente Mauricio Macri.
‘Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir’, escribió hace unos días el mandatario en la red social twitter.
Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir.
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 2 de noviembre de 2018
Incluso había confesado que preferiría una final entre Argentina y Brasil. ‘Yo lo reconozco: estoy nervioso. La verdad es que prefiero que gane un brasileño para no tener esa final. Serían tres semanas de no dormir’, dijo antes de que finalmente se confirmara el pasado sábado el duelo entre Boca y River.
Hay temores y preocupación. Según reflejan hoy varios medios de prensa deportivos de este país, el presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, y su par de Boca Juniors, Daniel Angelici, coincidieron en que la final de la Copa Libertadores no se debería jugar con público visitante.
Asimismo, los máximos responsables de ambos clubes confirmaron que buscan modificar los días de los encuentros y pasarlos para los domingos 11 y 25 (están programados para los sábados 10 y 24).
Aún está por confirmarse si finalmente habrá o no hinchada en las gradas, lo que si es casi un hecho es que probablemente tampoco haya festejos en el Obelisco.
‘Lo que hay que hacer es organizar bien el lugar donde se va a celebrar. El Obelisco no es para ir a festejar la final de una Libertadores y no lo vamos a permitir’, afirmó en declaraciones televisivas el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Sassano.
Boca Junior y River Plate sólo en dos ocasiones se han enfrentado en partidos así, en 1976 por el campeonato y este 2018 en la Supercopa pero el de la Copa Libertadores se avecina como algo sin precedentes.
Dos grandes equipos, cada uno con larga trayectoria, y un final expectante. River iría tras su cuarto título y Boca por el sexto.
Mientras las máximas seguridades deciden y desde el ministerio de Seguridad se toman medidas, en las calles los hinchas se preparan para un evento deportivo que de por sí ya es histórico y marca la agenda deportiva por estos días y los que vienen.
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