Fotos: Andrea Alvizures
TGW Digital – Su majestuosidad es apreciada en las altas montañas; su estela deja sombras dibujadas trayendo tras de sí vida, color, esperanza y unión. Cotizada para la temporada navideña esta especie crece de forma natural en San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá, Huehuetenango, Quiché, Chimaltenango, Chiquimula, Zacapa y, de forma inesperada, en la parte más alta del sur de oriente de Jalapa.
“Abies guatemalensis Rehder” es el nombre científico de la especie endémica que comúnmente se conoce como pinabete. En 1979 fue incluida en el apéndice I del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) al ser considerada en peligro de extinción. De ahí, que desde 1999 (hasta la fecha) se promueva su protección y conservación a través de la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete, liderada por el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
*El informe “Pinabete” del INAB, emitido el 2017, menciona que el árbol crece en promedio 50 metros de altura. Su fuste puede alcanzar los 4 metros de diámetro a la altura del pecho. La copa es piramidal; en árboles jóvenes de manera regular y más aplanada en adultos con un arreglo verticilado (segmentos de varias ramas a una misma altura en el tronco). En cuanto a la corteza, es gris-blanquecina y lisa en los árboles jóvenes; mientras que, en los adultos, es café, parda, surcada y partida en placas poco profundas. En árboles viejos pueden observarse yemas resinosas de 5 milímetros de largo.
Promueven comercialización y conservación de Pinabete en Mataquescuintla, Jalapa
INAB, a través de la Estrategia Nacional para la Conservación del pinabete, realiza acciones para el establecimiento de plantaciones puras, mixtas y sistemas agroforestales en diferentes puntos del país. Hace 10 años que nativos de las Aldeas “El Refugio y Pino Dulce”, en Mataquescuintla, Jalapa, observaron que en las partes montañosas y más altas de la localidad se daba la producción de esta especie.
Uno de los terrenos comprendidos en esta mención es propiedad del Dr. Hugo Loy Solares, que desde el 2010 inició con la conservación del pinabete al sembrar 250 árboles en la finca aún sin nombre, pero que será registrada próximamente como “El Refugio”, según Loy. “Encontramos árboles centenarios hace algunos años. Mis hermanos trabajan con ganado y yo con los pinabetes”, mencionó.
A 112 kilómetros de la ciudad capital se ubica el Parque “Pino Dulce”, en la misma localidad. Randolfo Donis, propietario, informó que dicho lugar cuenta con 45 hectáreas de bosque total, de las cuáles 1 ha sido trabajada desde el 2012 con pinabetes con fines educativos y producción de árboles navideños. “Pino Dulce” es un parque ecológico que cuenta con cabañas, canopy y juegos para niños.
Por las condiciones climáticas exigentes para el crecimiento del pinabete, ambas áreas son idóneas para la producción. El pinabete se alimenta en climas con rangos entre 15.5° y 17.5° Celsius; es importante mencionar que también se registran heladas ocasionales en donde la temperatura desciende hasta -8° Celsius. Asimismo, debe situarse dentro del rango altitudinal de 2,700 a 3,600 msnm que se considera como óptimo, que garantiza las condiciones de precipitación, nubosidad y suelo-atmósfera específicas para el desarrollo de la especie.
“Fomentamos a través de la plantación voluntaria la conservación del pinabete. Actualmente representan el 5% de bosque; unas 25 mil hectáreas de 500 mil que existían hace 100 años. También trabajamos la protección de otras especies como barbaviejo, tillandsias y musgo, cuya explotación ilícita perjudican a los ecosistemas”, aseguró Erik Alvarado Orellana, Asesor Técnico Forestal de CONAP.
Estadísticas de INAB, emitidas en un comunicado de prensa dirigida a medios de comunicación, afirman que hasta el 2018 se han establecido 315.35 hectáreas, que equivalen a 726 plantaciones de pinabetes, de las cuales el 45% se encuentran inscritas en el Registro Nacional Forestal INAB.
Alternativa de producción y generación de empleos
Tanto el Doctor Loy como Randolfo Donis han realizado plantaciones de pinabete para mostrarle a los vecinos el trabajo que se puede generar y que sirva de estímulo para que puedan invertir en actividades similares. “Contamos con el clima, nubosidad y recursos para establecer esta producción acá”, puntualizó Donis.
“En nuestra finca tenemos personal que se encarga del conteo de jornales de trabajo, chapeo de ramas, seguimiento para platearles el pie a los árboles y darles la fertilización correcta. Hemos empleado a al menos 8 personas de fijo y pensamos capacitar a señoras para que aprendan a trabajar las ramas para la elaboración de coronas y darles la forma de árbol a los pinabetes”, recalcó Loy.
“Estamos capacitando a varios lugareños para que sepan que los árboles deben llevar marchamos, así como las coronas y productos subalternos, que garantiza que vienen de áreas registradas por INAB”, Leonel Miranda, Ingeniero del INAB encargado del área de “El Refugio”.
“Muchas personas de la región desconocen que aquí en oriente hay pinabete. Tenemos varios productores y personas interesadas en trabajar. Nuestra intención es dar a conocer que sí se da acá, y estamos en pláticas y coordinaciones para llevar los productos y árboles al centro de Jalapa y Jutiapa con el objetivo de que compren a estos productores jóvenes de Mataquescuintla”, sentenció Miranda.
Datos de DIPRONA confirman que en 2017 fueron capturadas 45 personas que transportaban y vendían de forma ilegal el pinabete, también fueron decomisados 92 árboles de esta especie, 18 prefabricados. En total fueron decomisados más de 1 millón de ramillas del árbol, 2 millones de hilancias y 33 costales de musgo.
Anuncian observancia y operativos para conservación del Pinabete
El 20 de junio de 2014, bajo el Acuerdo Gubernativo No. 198-2014, se emitió el “Reglamento para el Manejo de
Plantaciones y Áreas Productoras de Semilla de Pinabete” con el objeto de regular el registro de plantaciones, áreas productoras de semillas y viveros de Abies guatemalensis Rehder y Abies religiosa (Kunth) Schltd. & Cham, así como el aprovechamiento de productos y subproductos de dichas especies.
La Resolución No. 120-98, emitida por la Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, de fecha 11 de noviembre de 1,998, resolvió autorizar, bajo estrictas medidas de supervisión y manejo silvicultural, la poda de ramas de pinabete exclusivamente para uso comercial a nivel nacional, estableciendo como período para
dicha actividad el comprendido entre el 15 de noviembre y el 23 diciembre de cada año, estableciendo además, diversos parámetros para solicitar la autorización respectiva.
Para las vísperas de fin de año la División de Protección a la Naturaleza (DIPRONA) implementará el plan número 8-2018 a nivel nacional denominado Plan Pinabete. “Del 18 de noviembre al 21 diciembre se realizarán operativos móviles y fijos en salidas hacia San José Pinula, San Rafael las Flores y el ingreso al área central de Jalapa para monitorear que el todos estos productos de pinabete lleven el marchamo correspondiente de INAB y CONAP, para evital el trasiego ilegal”, mencionó Wilfredo Pérez, Oficial Mayor de Jalapa de DIPRONA.
Asimismo, comentó que queda prohibido el uso de barbaroja, musgo y tillandsias en cualquiera de sus representaciones. Desde el 2013 hasta la fecha no se ha decomisado ninguno de estos productos.
INAB y CONAP afirmaron que los delitos vinculados al tráfico ilegal de Pinabete, según el Decreto 4-89 de la Ley de Áreas Protegidas en artículos 81 y 82, son de prisión de cinco a diez años y multa de diez mil a veinte mil quetzales. Mientras que el Decreto 101-96, de la Ley Forestal en artículos 34 y 99, establecen penalizaciones de multas de cuatroscientos, diez mil, y cincuenta mil quetzales con prisión de uno a cinco años en concepto de tala de árboles de especies protegidas.
*INSTITUTO NACIONAL DE BOSQUES. 2017. Pinabete (Abies guatemalensis Rehder). Paquete Tecnológico Forestal. Guatemala, INAB. 40 p.