Pakistán vivió hoy una jornada sangrienta con un atentado suicida con bomba en un bazar del noroeste del país, que causó 31 muertos, y un asalto de gran simbolismo, con 7 muertos, en el consulado de China, el principal aliado del país asiático, en la sureña Karachi.
En torno a las 9.30, hora local tres hombres armados comenzaron a disparar y a lanzar granadas tratando de entrar en el consulado chino en Karachi, algo que no lograron, informó a Efe el portavoz policial de la urbe, Mohamed Ishfaq.