TGW | El presidente Bernardo Arévalo reiteró el martes que las autoridades atienden con prioridad a la población en riesgo por las intensas lluvias, mientras que el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) trabaja en las carreteras afectadas por derrumbes a fin de rehabilitar las vías en breve. Sin embargo, se busca que los trabajos den una solución duradera y segura en las rutas.
El mandatario, acompañado del titular del CIV, Félix Alvarado, en un recorrido a pie, supervisó los trabajos que se llevan a cabo en un sector del kilómetro 44 de la autopista Palín-Escuintla, donde se registran varios hundimientos de tierra que bloquean la importante autopista de la región, sur del país.
Las autoridades indicaron que, por la magnitud de los daños, llevará unas seis semanas completar los trabajos, pero dentro de tres semanas se rehabilitará de manera parcial la carretera Palín-Escuintla.
Se trabaja por una solución duradera
Luego de la supervisión de los trabajos, que se realizan de manera urgente luego de que se reportaron en las últimas horas los hundimientos en la vía, el presidente Arévalo informó que en el objetivo de obtener una solución duradera y segura se reemplazará la tubería de los tramos colapsados.
Dijo que el personal del CIV, con la maquinaria que se requiera para el trabajo, agilizarán el proceso con el fin de que el paso vehicular se restablezca lo más pronto posible.
Reiteró que aquí el trabajo no es superficial, es un trabajo de fondo. Atacando los problemas de raíz y priorizando soluciones duraderas, Guatemala sale adelante.
La titular de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), Claudinne Ogaldes, en rueda de prensa conjunta durante las labores de supervisión, dijo que el personal de la institución está en apresto para atender las emergencias suscitadas por las lluvias.
Según reportes de la CONRED, hasta este martes se han atendido unos 460 incidentes. Los departamentos con más casos reportados son Alta Verapaz, Guatemala, Suchitepéquez y Escuintla, en tanto que la población perjudicada por las lluvias asciende a más de un millón 910 mil personas.
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