Voa Noticias – La Armada Argentina informó que encontraron los restos del submarino ARA San Juan sobre el lecho marino a unos 800 metros de profundidad en el Atlántico Sur a un año de su desaparición con sus 44 tripulantes.
El hallazgo fue comunicado la madrugada del sábado a los familiares por autoridades de la Fuerza de Submarinos, según confirmaron parientes de los marinos en Mar del Plata.?
El submarino desaparecido desde 15 de noviembre de 2017 fue hallado por el buque “Seabed Constructor“, de la empresa estadounidense Ocean Infinity, que desde el 6 de septiembre estaba al frente de las operaciones de búsqueda en la zona en la que el submarino perdió contacto, aproximadamente a 250 millas náuticas (460 kilómetros) al este del Golfo patagónico chubutense de San Jorge.
Según informaron la Armada y la cartera de Defensa a través de la red social Twitter, el ARA San Juan fue localizado a 800 metros de profundidad en el área denominada Site-1, tras la inspección realizada en inmersión por un vehículo de operación remota (ROV).
Este dispositivo confirmó que el denominado “Punto de interés 24”, captado a partir de la exploración realizada por los cinco vehículos autónomos operados desde el “Seabed Constructor“, correspondía a la embarcación de guerra desaparecida.
“El Ministerio de Defensa y la Armada Argentina informan que en el día de la fecha habiéndose investigado el (Punto Dato) POI 24 informado por la empresa Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV (vehículo de observación remota) a 800 metros de profundidad, se ha dado identificación positiva al submarino ARA “San Juan”, fue el mensaje emitido por Twitter a la 1.05 de sábado.
La empresa había calificado ese punto de interés con la categoría “C”, que indicaba un probabilidad “fuerte” de que se tratara del buque.
El ARA San Juan, un submarino clase TR-1700, de 66 metros de largo y 3,6 de ancho, perdió contacto con la Armada a las 7:19 del miércoles 15 de noviembre de 2017, ocho horas después de que el jefe de operaciones del submarino informara sobre un principio de incendio en el tanque de baterías número 3, provocado presuntamente por el ingreso de agua por el sistema de ventilación.
Al momento de su desaparición, el buque navegaba en medio de un fuerte temporal, mientras realizaba una patrulla de mar para tratar de identificar buques que pescaran ilegalmente dentro del espacio marítimo argentino.
A partir de la pérdida de contacto, se puso en marcha un operativo de búsqueda y rescate que contó inicialmente con 15 unidades de superficie y medios aeronavales como los aviones B-200, Turbo Tracker, y helicópteros Fennec de la Armada Argentina.
Brindaron además su apoyo rápidamente la Fuerza Aérea, Ejército y las Fuerzas de Seguridad Nacional, y también fuerzas extranjeras de países como Brasil, Chile, Estados Unidos, Federación Rusa y Reino Unido, entre otros.
Ocho días después de la desaparición del San Juan, el jueves 23 de noviembre, el entonces vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, informó que la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO) había reportado desde su sede en Austria una “anomalía hidroacústica” compatible con una explosión en la zona de búsqueda.
“Se ha registrado un evento anómalo, singular, corto, violento, y no nuclear, consistente con una explosión”, reveló Balbi en aquella oportunidad, en conferencia de prensa.
La información produjo un fuerte impacto en los familiares de los marinos, que desde hacía días aguardaban novedades en la Base Naval de Mar del Plata, muelle natural del San Juan.
Las operaciones de búsqueda continuaron, y durante 120 días permitieron la inspección de 78 contactos en el lecho marino, que finalmente fueron descartados.
En estas operaciones participaron aproximadamente 4.000 hombres, 28 buques, nueve aeronaves y 18 países con diferentes apoyos, según información brindada por la Armada.
El último buque extranjero en abandonar el área de búsqueda fue el ruso Yantar, que investigó 17 puntos posibles zona durante casi cinco meses, hasta el 2 de abril último.
A partir de la partida del Yantar, el Ministerio de Defensa instruyó a la Armada a que arbitrara las medidas necesarias para la contratación urgente de los servicios de “búsqueda submarina a fin de localizar e identificar al submarino ARA San Juan”, en línea con un reclamo sostenido por los familiares.
La tarea fue asignada finalmente a “Ocean Infinity“, una de las nueve firmas que ofrecieron sus servicios, bajo la modalidad “pago contra resultado”: los pliegos de la contratación establecían que cobraría US$7,5 millones sólo en caso de encontrar el buque desaparecido.
El buque noruego “Seabed Constructor“, perteneciente a la firma ganadora, llegó al país el 6 de septiembre último, y al día siguiente se dirigió a la zona de búsqueda, con tres observadores de la Armada Argentina y cuatro familiares que oficiaban como veedores a bordo.
La empresa tenía previsto abandonar las tareas en alta mar el viernes, para retomarlas en febrero, debido a que el buque debía dirigirse a Sudáfrica para su reparación.
Sin embargo, ante el hallazgo de nueva información sobre el “punto de interés 24”, se decidió extender un poco más las tareas y llevar a cabo una exploración en esa zona, lo que permitió localizar los restos del submarino, un día después del primer aniversario de su desaparición.
Horas después de darse la noticia, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, dijo en una rueda de prensa que carecen “de tecnología moderna” capaz de “verificar el lecho marino” y de otro “equipamiento para extraer” una nave “de estas características”.
Familiares de los tripulantes piden que el sumergible sea reflotado a fin de poder recuperar los restos de sus seres queridos.
Aguad afirmó que es necesario contar con “toda la información” de Ocean Infinity sobre el lecho marino donde terminó la nave para después analizar qué hay que hacer.
El jefe de la Armada argentina, el vicealmirante José Luis Villán, se encontraba en la rueda de prensa e instó a actuar “con prudencia”. Explicó que existe un “límite legal”, ya que la jueza Marta Yáñez a cargo de la investigación es quien debe tomar decisiones sobre si es posible recuperar la nave.
Agregó que la información con la que se cuenta es preliminar y que no se sabe cuál es “la masa exacta a remover”.
Con información de FM El Chubut, diario El Chubut
y AP