La estrella es el icono más abundante en las enseñas nacionales: está presente en las banderas de 61 de los 198 países reconocidos por la ONU. Entre otras, figura en las banderas de Estados Unidos, Cuba, China, Turquía, Chile, Venezuela, Israel, Marruecos, Camerún e incluso en la de la Unión Europea. También está en la de Australia, que aparece en la imagen. Esta figura simboliza diferentes cosas en cada caso. Por ejemplo, las cincuenta estrellas de la bandera norteamericana representan a cada uno de los estados que lo componen; la de Cuba es un símbolo masón; y las cinco estrellas de China –una grande y cuatro pequeñas– aluden a la unión del pueblo.
El segundo puesto lo ocupan los escudos reales, que forman parte de veintisiete banderas, entre ellas la de España. Después vienen las cruces, presentes en dieciocho naciones, como el Reino Unido, Suiza, Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia, Grecia o Malta. También aparece en la de Dinamarca, que es la bandera nacional más antigua utilizada. El cuarto puesto es para el sol, que figura en dieciséis enseñas, caso de las de Japón y Argentina. Por su parte, la luna adorna los emblemas de catorce países, generalmente musulmanes: Turquía, Argelia, Libia, Pakistán y Túnez, entre otros. Los símbolos comparten protagonismo con los colores, entre los que el más abundante es el rojo, que representa el poder o la sangre de los caídos. Le siguen el azul, imagen del cielo y el mar; el blanco, signo de paz y pureza; el verde, imagen de la Tierra y también del islam; y el amarillo, proyección del sol y el oro.
Por cierto, la ciencia que se ocupa del estudio de las banderas se llama vexilología.