El Gobierno de Estados Unidos lanzó un plan valorado en 12.000 millones de dólares para compensar a los agricultores estadounidenses perjudicados por los aranceles de otros países en represalia a los aprobados por el presidente Donald Trump.
El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, anunció que el Departamento que dirige ha autorizado 12.000 millones de dólares en programas de ayuda para los agricultores afectados, una cantidad que se asemeja al impacto estimado calculado por el Ejecutivo de Trump.
“Esta es una solución a corto plazo para permitir que el presidente Trump tenga tiempo para trabajar en acuerdos comerciales a largo plazo que beneficien a la agricultura y a toda la economía de EEUU“, señaló Perdue en un comunicado.
De acuerdo a esa nota, Trump ordenó a Perdue que elaborase una estrategia a corto plazo para proteger a los productores agrícolas mientras su Administración trabaja en acuerdos comerciales “libres, justos y recíprocos” para abrir más mercados a largo plazo y ayudar a los agricultores estadounidenses a competir globalmente.
“El presidente prometió cubrir la espalda de todos los granjeros y ganaderos estadounidenses, y él sabe de la importancia de mantener nuestra economía rural fuerte”, añadió el secretario de Agricultura.
El cuantioso paquete de ayuda se destinará principalmente a los productores de soja, a los de leche y a los de carne de cerdo, algunos de los sectores más castigados por los gravámenes impuestos por China y otros países, según medios estadounidenses.
En este sentido, Perdue consideró que los agricultores de EEUU “han sido tratados injustamente por las prácticas comerciales ilegales de China” y han recibido un impacto “desproporcionado”.
Estados Unidos inició a principios de julio una temida guerra comercial con China después de ir tensándose cada vez más las relaciones comerciales entre ambas potencias desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.
La primera oleada de aranceles de Washington incluyó un impuesto del 25% a importaciones chinas por valor de 34.000 millones de dólares, una medida a la que desde Beijing respondió de igual manera.
A los pocos días, el Gobierno de Trump volvió a implantar gravámenes a los bienes importados de China, en este caso por valor de 200.000 millones de dólares, motivando represalias del Ejecutivo del presidente chino, Xi Jinping.
EEUU también ha incrementado la tensión comercial con otros países, incluyendo socios históricos como la Unión Europea (UE), Canadá y México, al imponer aranceles del 25 % y 10 % a sus importaciones del acero y aluminio, respectivamente, un gesto que también ha sido respondido con represalias desde estas regiones.