El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció hoy la declaración del “estado de emergencia” en municipios afectados por inundaciones en el país, que dejan hasta el momento más de 8.200 familias afectadas.
“El gabinete ha decidido declarar estado de emergencia para atender a las familias afectadas por las inundaciones y mazamorra – cauce de agua con lodo – que se presentan en algunos municipios”, dijo el gobernante a los medios en el Palacio de Gobierno en La Paz tras una reunión con su Ejecutivo.
Morales indicó que la medida permitirá “movilizar los recursos económicos” de municipios, gobernaciones regionales y el nivel central del Estado para atender las emergencias.
También informó que CAF-Banco de Desarrollo de América Latina ofreció créditos con facilidades para atender a las comunas más golpeadas en siete departamentos del país.
El episodio más reciente se reportó el martes en Tiquipaya, municipio cercano a la ciudad de Cochabamba (centro), donde una mazamorra destruyó decenas de viviendas.
Las imágenes que mostraron medios bolivianos reflejaron que el desborde del río Taquiña arrastró todo lo que encontró a su paso, mientras que los vecinos relataron que la corriente y el lodo también afectó las conexiones de agua y gas doméstico de la zona.
Los trabajos continúan para que las familias afectadas puedan rescatar algunas de sus pertenencias.
El reporte del Viceministerio de Defensa Civil de hoy declara a 13 municipios en desastre y 19 en emergencia, en 7 de los 9 departamentos de país.
Señala además que las gobernaciones de Beni (norte), Chuquisaca (sudeste) y Potosí (suroeste) ya están con “declaratoria de emergencia departamental”.
Al mismo tiempo están con aviso de alerta naranja 65 municipios y amarilla otros 44. Pese a la situación, las autoridades gubernamentales solo han reportado la muerte de una persona a causa de estos sucesos en una población del sur del país, la semana pasada.
Los informes meteorológicos reportan que en las próximas 48 horas habrán tormentas en las tierras altas, la región tropical de Cochabamba y el norte de Santa Cruz (este), además de que alertan sobre el “ascenso de caudales” en ríos de Beni y del sur del país.
Tres cuartas partes de los ríos de Bolivia pertenecen a la cuenca amazónica y concentran su caudal en las regiones tropicales de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Las aguas que descienden de estas regiones van a Beni, un extenso territorio selvático de actividad ganadera en el que abundan lagunas y donde son escasas las regiones montañosas, por lo que es donde se teme se produzcan más inundaciones.