El Ministerio de Cultura y Deportes concede la Orden del Quetzal póstuma a Alfredo MacKenney

El Ministerio de Cultura y Deportes concede la Orden del Quetzal póstuma a Alfredo MacKenney

TGW DIGITAL | El Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala otorgó postumamente la Orden del Quetzal en grado de Comendador al doctor Alfredo Hugo MacKenney Fleischmann, un destacado explorador, científico y hombre de múltiples pasiones. La distinción, la más alta que concede el Gobierno de Guatemala, fue entregada a su familia en una emotiva ceremonia celebrada en el Salón Banderas del Palacio Nacional de la Cultura.

MacKenney, médico cirujano de profesión, fue también un incansable explorador, arqueólogo, fotógrafo y documentalista, cuyo legado dejó una huella profunda en la cultura y la ciencia de Guatemala. Conocido por su cálida personalidad y su inquebrantable curiosidad, impactó a miles de guatemaltecos con su vasta experiencia y conocimientos.

Un tributo a su legado

Durante la ceremonia, la ministra de Cultura y Deportes, Liwy Grazioso, destacó la grandeza de Alfredo MacKenney, recordando cómo su vida estuvo marcada por una incansable pasión por la cultura y la ciencia. «La verdadera grandeza de una persona no se mide por el tiempo que camina entre nosotros, sino por las huellas que deja en el corazón de quienes lo conocieron», comentó la ministra con evidente emoción.

Grazioso también subrayó la admiración que generó MacKenney entre sus colegas y discípulos, destacando su trabajo en la fotografía, el cine y la arqueología. En particular, se refirió a sus detalladas maquetas de sitios emblemáticos como Tikal, Quiriguá, y Zaculeu, y su incansable trabajo en el campo de la vulcanología, donde realizó más de 1,400 ascensos al volcán Pacaya. Como reconocimiento a su dedicación, uno de los cráteres del Pacaya lleva su nombre: el pico MacKenney.

«Su legado más grande fue su forma de ver la vida: nos enseñó a admirar y disfrutar de las maravillas de Guatemala», añadió la ministra. La entrega de la Orden del Quetzal, realizada a la familia MacKenney, se convirtió en un merecido tributo a su invaluable contribución al país.

La familia recuerda a Alfredo

La hija del homenajeado, María Isabel MacKenney, expresó su orgullo y emoción por recibir el reconocimiento en nombre de su padre. «Fue un pilar en mi vida y luchó mucho por que todos conocieran y admiraran Guatemala. Nos sentimos orgullosos de que se reconozca su trabajo en la cultura Maya», comentó visiblemente emocionada.

El doctor Rolando Wer, cercano amigo de Alfredo MacKenney, recordó al homenajeado como una figura paterna. «Alfredo fue mi mejor amigo y un maestro en todos los sentidos. Fue un artista en todo lo que hacía, desde la medicina hasta la arqueología y el cine. Su creatividad no tenía límites», dijo Wer.

Conmemoración y homenaje

Al concluir el acto formal, familiares y amigos de Alfredo MacKenney compartieron recuerdos y anécdotas en un cóctel celebrado en el Salón Banquetes del Palacio Nacional de la Cultura, donde se continuó honrando la memoria de este hombre excepcional.

La Orden del Quetzal póstuma es un reconocimiento merecido a un hombre cuya vida estuvo dedicada al estudio y la preservación de la rica herencia cultural y natural de Guatemala, dejando un legado que seguirá inspirando a futuras generaciones.

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