TGW DIGITAL | El 4 de febrero de 1976, Guatemala vivió una tragedia que dejaría una huella imborrable en su historia. A las 03:01:45 de la madrugada, un sismo de 7.5 grados en la escala de Richter sacudió el país, causando la muerte de más de 23,000 personas y dejando a millones de guatemaltecos afectados. Este año se conmemoran 49 años de aquel desastre, que cambió la vida de muchas familias y transformó el panorama del país.
El terremoto duró 39 segundos, pero sus efectos fueron devastadores. Además de las miles de muertes, más de un millón de personas quedaron damnificadas, viéndose obligadas a abandonar sus hogares y acudir a albergues temporales. En total, alrededor de 258,000 viviendas fueron destruidas, dejando a cerca de 1.2 millones de guatemaltecos sin techo. La situación se agravó por el colapso de la infraestructura hospitalaria: el 40% de los centros médicos quedaron en ruinas, dificultando la atención de los heridos. A esto se sumaron la falta de electricidad, la escasez de agua potable y la distribución racionada de alimentos.
El epicentro del sismo se localizó en Los Amates, Izabal, en la región oriental de la Falla de Motagua, a más de 160 kilómetros de la Ciudad de Guatemala. Este evento provocó la activación del sistema de fallas de Mixco, causando enormes desplazamientos en el terreno. Los departamentos de Chimaltenango, El Progreso, Chiquimula, Huehuetenango, Sacatepéquez, Sololá, Izabal y Guatemala fueron los más afectados, con una alta concentración de víctimas mortales y daños a la infraestructura. Casas, edificios, templos religiosos y monumentos históricos de la nación fueron severamente dañados o destruidos.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), los efectos del terremoto fueron profundamente destructivos. En varios puntos a lo largo de la falla, se registraron desplazamientos horizontales superiores a los tres metros, mientras que las intensas aceleraciones sísmicas provocaron la destrucción generalizada de viviendas, especialmente en el Valle de la Ciudad de Guatemala. Además de las trágicas pérdidas humanas, el sismo dejó alrededor de 75,000 personas heridas y ocasionó un impacto económico superior a los 1,250 millones de dólares, consolidándose como uno de los desastres naturales más devastadores en la historia de Guatemala.
Detalles
- Chimaltenango fue el departamento más afectado, pues registró casi 14 mil muertos.
- El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología – INSIVUMEH – ha hecho estudios basados en las fallas que pudieran ocasionar otro movimiento sísmico de tal magnitud.
- Fallas que pueden ocasionar movimientos similares: la falla de Chixoy-Polochic, y la falla del Motagua, la cual causó el terremoto de 1976.
- Para los rescatistas resultó complicada la búsqueda de sobrevivientes, ya que las casas eran construidas con materiales de adobe.
Este terremoto no solo afectó a Guatemala, sino que también tuvo repercusiones en los países vecinos, como Belice, El Salvador y Honduras, que experimentaron los efectos del sismo en menor medida. A 49 años de la tragedia, el recuerdo de aquel día sigue presente en la memoria colectiva de los guatemaltecos, que continúan honrando a las víctimas y reflexionando sobre las lecciones de resiliencia y solidaridad que surgieron tras el desastre.
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