Excavadores y rescatistas continuaban el viernes con los trabajos de limpieza y búsqueda de más víctimas en el área del puente colapsado en la ciudad italiana de Génova, tres días después del mortal accidente que dejó 38 muertos y 15 heridos.
De acuerdo con la fiscalía, entre 10 y 20 personas podrían seguir desaparecidas y advirtieron que se espera que la cifra de muertos ascienda.
Los rescatistas se han abierto paso a través de toneladas de montones de acero, concreto y vehículos aplastados que cayeron de una altura de hasta 45 metros (150 pies) cuando el puente se desplomó durante un aguacero el martes mientras se preparan los primeros funerales de las víctimas que empezarían el viernes por la noche.
El sábado por la mañana se celebrará un funeral de Estado por la mayoría de las víctimas en el Centro de Exposiciones y Ferias de la ciudad portuaria oficiado por el cardinal Angelo Bagnasco, al que asistirán el presidente, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Giuseppe Conte.
Sin embargo, algunas familias han dicho que boicotearán el acto y celebrarán sus propios servicios privados, en señal de protesta contra lo que dicen fue una negligencia que causó el derrumbe del puente.
El Gobierno declaró el sábado día nacional de luto. El funeral se televisará en directo y la cadena estatal RAI ha dicho que no emitirá publicidad como muestra de respeto por las víctimas.