En un informe oficial conocido hoy por el Gabinete económico, se dio a conocer que las pérdidas y daños provocados por la erupción del volcán de Fuego del 3 de junio, ascienden a 1.642 millones de quetzales, equivalentes a aproximadamente 219 millones de dólares.
La instancia celebró este día su reunión mensual en la sede del Banco de Guatemala donde analizó el informe que se elaboró con la participación de técnicos de distintas instituciones del Estado lideradas por la Secretaría de Programación y Planificación de la Presidencia (Segeplan), con apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de Naciones Unidas.
Además, los ministros y secretarios de Estado que forman parte de este colectivo de Gobierno hablaron sobre el desarrollo del XII Censo Nacional de Población y VII de Vivienda que se levantará entre el 26 de julio y el 16 de agosto.
La reunión fue presidida por el vicepresidente de Guatemala, Jafeth Cabrera.
Gobierno busca transparencia
El Vicemandatario dijo que el Gobierno del presidente Jimmy Morales trabaja por fortalecer la transparencia y lucha contra la corrupción, particularmente en la acción emprendida para atender la emergencia causada por la erupción.
“Desafortunadamente, por factores mediáticos, se quiere hacer creer lo contrario. En esta ocasión, un representante de la Cepal ha dicho que es la primera vez que frente a un desastre natural ha habido una respuesta tan pronta y tan transparente, es una cuestión de interpretación”, dijo el Vicepresidente.
Detalles
Luis Ovando, subsecretario de la Segeplan, explicó durante una conferencia de prensa, al final de la reunión, cuáles son las categorías para definir las pérdidas.
Precisó que “daño” es todo el efecto al tema de infraestructura y bienes de las personas, en tanto que “pérdidas” es “todo lo que tiene que ver en términos de flujos y redes”. Además, existe el rubro de “costos adicionales” que comprende “todo lo que el Estado invierte o gasta en recuperación y rehabilitación”.
Explicó que el informe de daños y pérdidas involucró a todas las instituciones de Gobierno, en particular al Ministerio de Finanzas y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y contó con el apoyo de la Cepal, del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, del BID, del Banco Mundial y de la Unión Europea (UE).
Datos del informe
Ovando indicó que el total de daños y pérdidas, ascendió a 1.642 millones de quetzales, de los cuales 961,1 millones fueron por “daños”, 468,1 millones por “pérdidas” y 247,3 millones por “costos adicionales”.
El funcionario indicó que adicionalmente se hace una evaluación por sectores y que en el caso del “sector social”, los daños y pérdidas que dejó la erupción ascendieron a los 394 millones de quetzales, en tanto que en infraestructura fueron 102 millones y en el sector productivo 1.033 millones.
Otro rubro corresponde a los “sectores transversales” y explicó que, en este caso, sólo se analizó uno de ellos, que fue “ambiente”, en el que se identificaron daños y pérdidas por 88 millones de quetzales.
El especialista Omar Bello, de Cepal -presente en la reunión- dijo que “nosotros fuimos contactados al día siguiente” de la erupción y que el trabajo de evaluación y análisis se desarrolló junto con el Gobierno de Guatemala y duró dos semanas.
Por ello, explicó que el informe presentado este día es “un reporte del Gobierno de Guatemala, no es de la ONU. Nosotros hicimos una cooperación técnica”.