TGW DIGITAL | La parroquia de San Cristóbal Verapaz, fundada en 1544 por los Padres Dominicos, es reconocida por su labor evangelizadora, especialmente gracias al trabajo de Fray Francisco de Viana, considerado el apóstol de los Poqomchíes. En su interior se encuentra una de las manifestaciones más representativas de la imaginería guatemalteca: Jesús Nazareno de la Reseña. Sin embargo, la historia de esta imagen es un misterio, ya que no se cuenta con documentación que identifique a su escultor, la fecha de su colocación en veneración o detalles precisos sobre su trayectoria.
Esta imponente talla, que mide 1.70 metros, fue confeccionada para vestir, aunque su cuerpo está completamente tallado y encarnado. Presenta articulaciones y ojos tallados, una característica común en las imágenes de la época. Actualmente, Jesús Nazareno de la Reseña posee tres resplandores, siendo el más antiguo un resplandor de plata, acompañado de una corona de espinas también de plata, que han sido los elementos de veneración desde su registro. En 2016, se le obsequió una nueva corona.
Por sus características de tallado y encarnado, la imagen se sitúa en el periodo Barroco, específicamente en la segunda mitad del siglo XVII. Diversos estudios han revelado similitudes entre Jesús Nazareno de la Reseña y otras imágenes, como Jesús Nazareno de los Milagros, en el Santuario del Señor San José, que se atribuye al escultor Alonso de la Paz y Toledo, quien trabajó en la misma época. Esta relación sugiere la posibilidad de que también haya sido el autor de la imagen de San Cristóbal Verapaz. Además, el patrón de encarnado de la Reseña comparte rasgos con la talla de Jesús Nazareno de la Indulgencia, otra obra de Alonso de la Paz, también datada a finales del siglo XVII.
Una característica destacada de estas imágenes es su tez extremadamente pálida, con detalles de sangre en el rostro, un estilo típico del encarnado barroco. A lo largo de los años, se ha constatado que Jesús Nazareno de la Reseña ha sido utilizado principalmente en los oficios de Martes Santo, Jueves Santo y Viernes Santo, celebraciones para las cuales ha sido venerado por distintas generaciones.
En cuanto a su participación en las procesiones, la imagen ha sido llevada en un anda de ocho brazos desde el siglo XX. Hoy en día, Jesús Nazareno de la Reseña participa en cinco cortejos procesionales a lo largo del año, que incluyen:
- Procesión de Aniversario de la Hermandad de Jesús Nazareno de la Reseña y Nuestra Señora de la Soledad.
- Procesión Penitencial de Martes Santo.
- Procesión Mayor de Jueves Santo.
- Procesión del Silencio de Viernes Santo por la madrugada.
- Procesión de Viacrucis de Viernes Santo por la mañana, en la cual se elabora cada año la alfombra más grande de Guatemala, dedicada como ofrenda al Nazareno de San Cristóbal Verapaz.
La devoción por Jesús Nazareno de la Reseña ha trascendido los límites de San Cristóbal Verapaz, convirtiéndose en una manifestación de fe que reúne a hermandades y cofradías de todo el país durante la Cuaresma. Su procesión de Viacrucis en Viernes Santo ha evolucionado, llegando a ser considerada una auténtica romería, con la participación activa de personas de todos los rincones de Guatemala.
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