TGW DIGITAL | El sector de Internet satelital de alta velocidad, que hasta hace poco parecía dominado por Starlink de Elon Musk, está experimentando una expansión significativa debido al ingreso de nuevos actores respaldados por gobiernos, como SpaceSail de China y el proyecto Kuiper de Amazon, liderado por Jeff Bezos.
SpaceSail, con sede en Shanghái, firmó un acuerdo en noviembre para ingresar al mercado brasileño y ha anunciado conversaciones con más de 30 países para expandir sus operaciones. Esta expansión no se limita a Brasil, ya que también ha comenzado a operar en Kazajistán, demostrando su ambición por expandir su influencia global. Por su parte, el gobierno brasileño ha comenzado a negociar con otras alternativas como Kuiper y Telesat, lo que marca un cambio significativo en la competencia por ofrecer Internet en áreas remotas.
Starlink ha liderado el mercado desde 2020, lanzando más satélites a la órbita terrestre baja (LEO) que sus competidores. Estos satélites, que operan a altitudes menores a 2.000 km, permiten ofrecer Internet de alta velocidad a zonas aisladas y de difícil acceso, como comunidades rurales, barcos y ejércitos. Esta ventaja tecnológica ha hecho que la empresa de Musk sea vista como una amenaza por Beijing, que ha redoblado esfuerzos en el desarrollo de sus propias constelaciones de satélites LEO.
El gobierno chino ha invertido fuertemente en SpaceSail, que planea desplegar 648 satélites LEO en 2025 y tiene la intención de lanzar hasta 15.000 satélites para 2030. Además, China busca crear otras tres constelaciones satelitales, con el objetivo final de lanzar 43.000 satélites LEO. El gobierno chino ha puesto a su sector espacial como una prioridad estratégica y parte de su iniciativa global de infraestructura, la Iniciativa del Cinturón y la Ruta, que busca ampliar su influencia geopolítica a través de proyectos de desarrollo en múltiples países.
La rápida expansión de China en el ámbito espacial ha generado preocupaciones en Occidente, ya que podría aumentar la capacidad de Beijing para ejercer control sobre el acceso a Internet en países aliados o en áreas donde el régimen chino tiene influencia. Además, esta creciente presencia en el espacio plantea preocupaciones sobre la militarización del espacio, ya que China también está desarrollando herramientas para rastrear y monitorear las megaconstelaciones de satélites, incluidas las de Starlink.
En este contexto, otros actores en la industria como Hongqing Technology, fundada en 2017, están recibiendo inversiones estatales significativas para desarrollar constelaciones de satélites de gran escala. China también ha registrado un número récord de patentes relacionadas con satélites LEO, lo que refleja su enfoque hacia la innovación tecnológica en este campo.
El avance de China en el dominio satelital ha motivado a gobiernos y expertos de Occidente a pedir una mayor cooperación internacional para contrarrestar su creciente presencia en el espacio. A medida que la competencia en el espacio se intensifica, se espera que las reglas de gobernanza espacial se vuelvan más estrictas, lo que generará nuevos desafíos y oportunidades para las empresas y gobiernos involucrados.
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