Como parte de las festividades por el Día Internacional de la Mujer, los museos arqueológicos de la región de Umbría, al centro de Italia, realizarán hoy sesiones especiales dedicadas al papel de la mujer en la sociedad etrusca.
Sedes de los encuentros serán las salas del Museo Nacional ubicado en Perugia, capital de la región, entre palacios, castillos y burgos medievales, y el Museo Nacional de Orvieto, antigua urbe etrusca situada en lo alto de una meseta volcánica, la cual conserva hasta nuestros días sus altas murallas medievales.
Ambas instituciones, integrantes del polo de museos de Umbría, como todas las del país este día abrirán sus puertas gratis para el disfrute de las féminas en un ambiente cultural.
El ministerio de Patrimonio, Actividades Culturales y Turismo (Mbact) sugiere visitar esos lugares en el marco de las actividades por el día dedicado a las mujeres, para destacar las costumbres y tradiciones de las etruscas, muy diferentes a las de otras civilizaciones de su época, y otras anteriores.
Contrario a las griegas, sumisas a la voluntad despótica de sus maridos, destaca la institución gubernamental, las etruscas eran instruidas y emancipadas.
Las mujeres en esa antigua civilización asentada en la Toscana y expandida a Umbría y el centro norte de la península itálica, disfrutaban de iguales derechos que los hombres como beber vinos, asistir a banquetes, ocuparse de la política, emitir opiniones y participar en espectáculos y juegos deportivos.
Su papel en la familia no era inferior al de los esposos o hermanos, podían transmitir el apellido a sus hijos, ser dueñas de esclavos, de negocios y tener tumbas con sus propios nombres.
Hacia el año 40 antes de nuestra era, las diferentes ciudades de Etruria, en la última fase de la historia de esa civilización y bajo la influencia de las costumbres griegas, todos, y particularmente las mujeres, vieron reducida su libertad.