En un esfuerzo sin precedentes por preservar la riqueza natural y cultural del país, Guatemala estableció su primera serie de Parques Nacionales el 26 de mayo de 1955, durante la “Semana del Árbol”. Esta decisión marcó el inicio de una historia de conservación y protección de sus tesoros naturales y culturales más valiosos.
El decreto de aquel histórico día declaró áreas como Naciones Unidas, Río Dulce, Tikal, Atitlán, Grutas de Lanquín, Riscos de Momostenango, Cerro del Baúl, El Reformador, Los Aposentos y Laguna del Pino como Parques Nacionales. Estos espacios, caracterizados por su belleza escénica, valor histórico, científico y ecosistemas únicos, se convirtieron en los primeros refugios oficiales para la protección de la flora y fauna guatemaltecas.
La visión pionera del país continuó con la declaración del Parque Nacional Cerro Miramundo en junio de 1956, durante el “Mes del Árbol”, seguido por el establecimiento del Parque Nacional Volcán de Pacaya y Laguna de Calderas, Parque Nacional Iximché y otros en años posteriores. Estos esfuerzos se intensificaron en 1989 con la aprobación de la Ley de Áreas Protegidas y la creación del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP), marcando un hito importante en la conservación de la diversidad biológica y cultural del país.
Con la promulgación de esta ley, Guatemala reafirmó su compromiso de conservar, proteger y mejorar su patrimonio natural. El SIGAP, liderado por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), reunió a todas las áreas protegidas bajo una estructura organizativa unificada y estableció diferentes categorías de manejo para garantizar la sostenibilidad de estos espacios únicos.
Hoy en día, Guatemala cuenta con 21 Parques Nacionales, sumando un total de 32,222.47 hectáreas de áreas protegidas. Estos parques son testimonio de la rica biodiversidad del país, desde sus bosques y humedales hasta su patrimonio cultural y arqueológico. Entre ellos, destacan Tikal, Yaxha-Nakum-Naranjo y Mirador-Río Azul, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales y contribuyendo significativamente a la economía del país.
Un aspecto singular de los Parques Nacionales en Guatemala es su capacidad para unir recursos naturales y patrimonio cultural. Algunos de estos parques están ubicados en áreas donde la historia ancestral se conecta con las comunidades locales y su cultura viva, creando una narrativa enriquecedora y única.
En resumen, el Día Mundial de los Parques Nacionales en Guatemala celebra décadas de compromiso con la protección de la biodiversidad y el legado cultural del país. Desde los primeros pasos en 1955 hasta la formación del SIGAP y su enfoque holístico en la conservación, Guatemala ha trazado un camino inspirador hacia un futuro sostenible y equilibrado.