Nueva York abrirá la Estatua de la Libertad y la Isla Ellis, dos de las estrellas turísticas de la ciudad, tras permanecer cerradas este fin de semana debido al cierre parcial del Gobierno federal y provocar la decepción entre los visitantes desprevenidos.
El gobernador Andrew Cuomo anunció que el estado financiará con USD 65.000 al día la apertura de los dos espacios históricos y el salario del personal que allí trabaja durante el tiempo que dure la crisis gracias a un acuerdo con el Departamento de Interior.
El Senado no aprobó este viernes los nuevos fondos necesarios para financiar al Gobierno y abocó así al Ejecutivo de Donald Trump a un cierre parcial e indefinido de sus actividades, que entró en vigor a partir de la medianoche del sábado.
“La Estatua de la Libertad es un símbolo de libertad y oportunidad para todos y es una gran injusticia que la disfunción en esta administración haya causado su cierre”, afirmó Cuomo, quien impulsó una medida similar durante el último cierre parcial del Gobierno, en 2013.
Cuomo señaló que tanto la estatua como la Isla Ellis, símbolo de la inmigración del país, tienen un importante impacto en la economía del estado de Nueva York, por lo que su cierre es un “problema” tanto para la ciudad, en la que el turismo es uno de los principales negocios, como para los turistas.
Medios locales recogieron las reacciones de decepción de algunos turistas que iban a ir este fin de semana a la isla y se toparon con el anuncio del cierre. Los viajes en el ferry de State Cruises descendieron hasta un 70%, según el gobernador.
“Nos dijeron que estaba cerrado y acabaron con mi sueño hoy, porque realmente quería ver la Estatua de la Libertad“, dijo Beau Skelly, de Tennessee, al diario New York Daily News.
Durante el último cierre parcial del Gobierno, que duró más de dos semanas, el estado pagó al Servicio Nacional de Parques unos USD 250.000 para que abriera la isla cuatro días, aunque no incluyó Ellis, indicó The New York Times.
“Aprendimos la lección y actuamos inmediatamente”, declaró Cuomo, quien opinó que la medida es una “buena inversión” porque los ingresos de los turistas “multiplican lo que costará pagar realmente la apertura de la estatua”.
Con información de EFE