La cantidad percibida por la venta del brasileño al PSG ni siquiera ha dado para cubrir los fichajes de Dembélé y Coutinho.
La temporada 2017-18 será recordada en el Barcelona por ser la que ha registrado el mayor movimiento de caja en ambos sentidos. Arrancó en verano con la estratosférica venta de Neymar al PSG por 222 millones de euros. Un traspaso de récord que se han traducido en cubrir buena parte de las dos costosas adquisiciones, las más altas en la historia del club: Dembélé y Coutinho.
La inyección monetaria que supuso la salida de Neymar a la ‘Ciudad de la Luz’ ha servido apenas para financiar la cantidad fija de los fichajes de Dembélé y Coutinho, valorados en 105 y 120 millones respectivamente. Si bien, dichos traspasos llevan asociadas dos cantidades variables de 40 millones en sendos casos que ya no quedan compensados con la venta de Neymar.
Además, el pago de los 40 millones de la cláusula de Paulinho, el regreso de Deulofeu cifrado en 5 millones y los 30 millones y medio de la compra de Semedo en el pasado mercado de verano han aumentado en el Barcelona la brecha del déficit financiero en este ejercicio, el de mayor movimiento económico en ‘Can Barça’.
por Jorge Peralta
Fuente: Oneafootball