TGW DIGITAL | Este viernes se habilito el tránsito vehicular en ambas direcciones en el kilómetro 61 de la ruta hacia el Atlántico (CA-9 Norte), a la altura de Sanarate, El Progreso. El cierre, que se mantuvo por menos de una semana, fue indispensable para solucionar el deslizamiento de tierra que impactó los cuatro carriles de la carretera.
Cierre total por deslizamiento
El pasado domingo por la noche, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) informó sobre el cierre total de la carretera en este sector, debido al peligro que implicaba la inestabilidad del terreno. Un deslizamiento de tierra había cubierto completamente los carriles, lo que llevó a las autoridades a interrumpir el tránsito y realizar las labores de limpieza correspondientes.
En ese momento, por medio de un comunicado las autoridades mencionaron:
El cierre total es necesario debido al riesgo que representa la persistente inestabilidad de la ladera, que amenaza la seguridad de las personas y el tránsito en el lugar, así como del personal encargado de realizar el retiro del material caído.
Queda habilitado el paso vehicular en ambas direcciones sobre km. 61 de ruta al Atlántico CA-9 Norte (Sanarate, El Progreso).
¡Respete los límites de velocidad!#GuatemalaSaleAdelante
Emergencias al 1520 de @ProvialOficial del @CIV_Guatemala pic.twitter.com/aC6gMpoiaL
— PROVIAL-CIV (@ProvialOficial) October 11, 2024
La vía permaneció cerrada en su totalidad desde las 20:00 horas del domingo 6 de octubre hasta las 6:00 horas del lunes 7 de octubre. En ese periodo, el personal del CIV llevó a cabo la eliminación del material que obstaculizaba el paso.
El objetivo era restaurar la circulación lo más pronto posible para evitar mayores inconvenientes a los usuarios de la carretera.
Reapertura parcial
En las primeras horas del lunes, las autoridades consiguieron abrir un carril que se utilizó de forma alterna para ambos sentidos del tráfico. Este paso se reguló en intervalos de 20 minutos por dirección, facilitando así el flujo vehicular.
Finalmente, la ruta fue reabierta en ambos sentidos en menos de una semana, asegurando así la conectividad en esta importante vía. Las autoridades continúan monitoreando la zona para prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad de los conductores.
Esta rápida intervención fue crucial para evitar mayores retrasos en la circulación y minimizar el impacto del deslizamiento en la actividad económica y el transporte.