El conductor que atropelló anoche a 17 personas en el paseo marítimo de Copacabana, la playa más famosa de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, no estaba bajo los efectos del alcohol pero había perdido su licencia por exceso de infracciones, informó hoy la policía.
El accidente, ocurrido en la noche del jueves en una playa abarrotada de bañistas y turistas que disfrutaban el día más caluroso del año en Río de Janeiro, provocó la muerte de una bebé de ocho meses y dejó a otras 16 personas heridas, entre ellas un australiano de 68 años que no fue identificado y cuyo estado es grave.
El responsable del atropellamiento masivo, Antonio Almeida Anaquim, de 41 años, alegó que sufrió un ataque epiléptico y que perdió el control del vehículo, que transitaba a alta velocidad por la Avenida Atlántica, invadió el paseo marítimo y fue a terminar en la arena.
La Policía confirmó que Anaquim en efecto sufre de epilepsia y que fueron encontrados medicamentos para esta enfermedad en su vehículo e informó de que el examen de alcoholemia reveló que no había ingerido bebidas alcohólicas.
Pero Anaquim, que pasó la noche en una comisaría de policía, había perdido su permiso de conducir por haber cometido 14 infracciones de tráfico en 2014 y hasta ahora no había acudido al departamento correspondiente para la devolución del documento como establece la ley.
Las autoridades de tráfico igualmente dijeron desconocer que el conductor sufría de epilepsia, por lo que su licencia sólo podía ser expedida con un examen médico específico, y adelantaron que suspenderán definitivamente el permiso de Anaquim por su responsabilidad en este suceso.
La Policía aclaró que el conductor no intentó huir del lugar del atropellamiento, como afirmaron varios testigos anoche, y que será acusado formalmente de homicidio culposo (sin intención), por lo que podrá responder al proceso en libertad.
Según los comisarios responsables del caso, Anaquim se mantuvo calmado durante todo el interrogatorio, estaba plenamente consciente de lo ocurrido y ofreció respuestas bien articuladas y con claridad y raciocinio.
Una mujer que lo acompañaba en el vehículo, a quien había conocido el día anterior, confirmó la versión del ataque epiléptico.
Según la Secretaría municipal de Salud, de las 16 víctimas ingresadas en dos hospitales, tres ya fueron dadas de alta y las otras se recuperan de sus heridas, entre ellas la madre de la bebé que murió.
El único caso considerado de extrema gravedad es el del turista australiano, que sufrió traumatismo craneal y precisa respiración asistida.
La zona de la playa de Copacabana, la más turística de Río de Janeiro, está abarrotada en las noches del verano austral, con muchos corredores y ciclistas, y numerosos quioscos que suelen estar llenos.
EFE