Las Ruinas de Quiriguá son un sitio arqueológico que pertenece a la antigua civilización maya. Están ubicadas en el municipio de los Amates, en Izabal, al nororiente de Guatemala. Esta locación fue uno de los mayores testimonios de la cultura maya y es considerado en la actualidad Patrimonio de la Humanidad.
El sitio fue ocupado desde 200 d. C. y se cree que fueron mayas provenientes de la gran ciudad de Tikal. La construcción de la Acrópolis comenzó alrededor del año 550 d. C.
Quiriguá era subordinada de la ciudad de Copán y tuvieron conflictos por el dominio de las rutas de comercio en el río Motagua.
En en el año 738 el rey de Quiriguá, K’ak’ Tiliw Chan Yopaat capturó al rey de Copán, Uaxaclajuun Ub’aah K’awiil y lo sacrificó en un ritual público. Con esto, se aseguró la independencia de Quiriguá y el control de las rutas comerciales. Se proclamó como la nueva capital de la región del sureste maya.
Quiriguá continuó desarrollándose hasta comienzos del siglo IX. Durante este tiempo, la ciudad demostró uno de los más altos niveles de desarrollo artístico encontrado en la cultura maya.
Pero poco a poco la ciudad fue decayendo, hubo una disminución de comercio a lo largo del río Motagua y la ciudad fue abandonada por completo. Se sabe que cuando los conquistadores europeos llegaron en el siglo XVI, el control de la ruta de jade había sido tomada por otra ciudad ubicada cerca de El Caribe.