Redacción AGN/Foto Mingob
Ciudad de Guatemala, 30 abr (AGN).- La tendencia de los homicidios continúan a la baja en Guatemala, que en los primeros cuatro meses de 2018 registró un 16 por ciento menos de asesinatos en relación con el mismo periodo del año pasado, gracias al “trabajo extraordinario” de la cúpula de la Policía Nacional Civil (PNC), aseguró hoy una fuente oficial.
Así lo aseguró el ministro de Gobernación (Interior), Enrique Degenhart, y detalló que hubo 222 homicidios menos que los primeros cuatro meses e 2017.
El funcionario destacó que la reducción de los hechos de violencia se debe al “trabajo extraordinario que ha hecho la cúpula de la Policía Nacional Civil”
“Tenemos que informar que en cuanto al número de homicidios de mujeres que iba con una tendencia leve al alza, se ha logrado revertir gracias también al trabajo policial y esto es derivado de acciones y estrategias concretas, novedosas y distintas, que no se habían realizado en anteriores administraciones”, sostuvo el ministro según una publicación en la página de internet de la cartera del Interior.
Entre ellos mencionó los operativos de control y revisión de motos, taxis y hasta autobuses, y adicionalmente el esfuerzo que se realiza en las zonas de mayor conflicto en donde todavía, dijo “seguimos teniendo problemas con las pandillas”, pero los hechos se han reducido”, destacó.
“Los índices se han reducido en las zonas 18, 6 y un poco en Villa Nueva, los actos delincuenciales se han ido a los departamentos para lo cual tenemos ya en proceso de análisis una estrategia para combatir a las pandillas, las extorsiones y al sicariato en lugares como El Petén, Chimaltenago, Escuintla y otros departamentos”, afirmó.
Requisas profundas en las prisiones
También reiteró que continuará las “requisas profundas” en las cárceles del Sistema Penitenciario (SP) para recuperar el control que se perdió desde hace más de 15 años.
Reveló que a cortó plazo un programa de reforma del SP está dando resultados positivos y anunció que se pretende la construcción de una cárcel de máxima seguridad en la cual se tendrán celdas unipersonales, con áreas restringidas y protocolos muy estrictos.
A estos lugares se trasladarán reos de alta peligrosidad que emiten órdenes de asesinatos, extorsiones. La prisión, adelantó, podría tener una capacidad para 500 reos.