Al menos cuatro personas murieron, entre ellas un niño, y cientos de familias resultaron damnificadas por las fuertes lluvias que sacudieron a Río de Janeiro y produjeron inundaciones y deslizamientos, informaron fuentes oficiales.
A los tres muertos que se registraron en la madrugada de hoy se sumó un niño de unos doce años que falleció víctima de los deslizamientos ocurridos por las lluvias en el barrio Cascadura, en la zona norte de la ciudad.
El temporal dejó varios barrios inundados, con ríos desbordados y calles y avenidas intransitables, pero la zona norte fue la más afectada y especialmente el barrio Quintino Bocaiuva, donde el derrumbe de las paredes de una casa causó la muerte de dos personas.
Según el Cuerpo de Bomberos, también murió un agente de la Policía Militar que se transportaba por la zona oeste y cuyo vehículo fue alcanzado por un árbol que se derrumbó debido a la tormenta y los fuertes vientos.
Mientras la ciudad se encuentra semiparalizada por los efectos del temporal, el alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, quien viajó a Europa durante el carnaval, que concluyó este martes, aseguró en su página de la red social Facebook que “acompaña la situación”.
Crivella, obispo de un grupo evangélico crítico del supuesto libertinaje del carnaval y quien tendría previsto regresar al país mañana, se encuentra visitando varias ciudades europeas en “busca de soluciones para la seguridad” de la ciudad, según informó la Alcaldía.
El chubasco dejó varios barrios de la “ciudad maravillosa” inundados y sin luz, lo que llevó a las autoridades de Defensa Civil a elevar las alertas a su máxima escala.
De acuerdo con el balance de la Alcaldía, 11 hospitales de la red municipal de salud quedaron sin servicio de energía.
Por parte, de acuerdo a medios locales, por lo menos 50 familias fueron desalojadas del complejo de favelas de Alemao (zona norte), donde las familias damnificadas por el temporal pueden ser unas 200.
La tormenta también ocasionó la caída de árboles en al menos 20 calles de la ciudad, lo que interrumpió el tráfico en algunas de las más importantes vías de Río de Janeiro, como la autopista Grajaú-Jacarepaguá y la Avenida Brasil.
Otras como la Línea Amarela, la Línea Vermelha y la carretera que conduce de Río de Janeiro a la ciudad de Petrópolis también quedaron anegadas y la avenida Ayrton Senna, ubicada al oeste de la ciudad en el barrio Barra da Tijuca, sufrió inundaciones que alcanzaron la altura de un metro.
Los equipos de emergencia de la empresa de energía Light estaban en las calles para atender las solicitudes de emergencia que se han multiplicado por las inundaciones y las ramas de árboles que cayeron sobre la red eléctrica.
El aeropuerto internacional de Río de Janeiro Galeao llegó a suspender sus operaciones durante algunas horas y algunos vuelos fueron desviados hacia otras ciudades.
Más de 50 equipos de la Secretaría Municipal de Conservación y Medio Ambiente, con el apoyo de cerca de 2.000 empleados de la empresa de aseo y agentes de tránsito, actúan desde la madrugada para garantizar la normalidad de la ciudad.
El temporal duró más de una hora y sólo entrada la madrugada la situación comenzó a normalizarse.
Para las próximas horas, hay previsión de lluvias aisladas, de intensidad débil a moderada, según el servicio meteorológico.