Un dron resistente a los impactos gracias a volverse elástico cuando lo necesita

Un dron resistente a los impactos gracias a volverse elástico cuando lo necesita

Los drones han venido afrontando un dilema. Cuando vuelan, necesitan tener estructuras con cierta rigidez, pero esta puede ser perjudicial para una estructura que sufre un impacto. Si dicha estructura fuese blanda, ello le permitiría soportar el impacto sin riesgo de romperse, pero por otro lado podría impedirle volar.

 

Stefano Mintchev, Jun Shintake y Dario Floreano, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana en Suiza, aplicando lo que han observado en las alas de insectos, han desarrollado un tipo de dron que puede ser rígido o flexible dependiendo de las circunstancias. Cuando un dron así está en el aire, la estructura es lo bastante rígida como para permitirle cargar con su propio peso y soportar el empuje de las hélices. Pero si el dron se topa con algo, se vuelve flexible y por tanto minimiza los daños generables por la colisión.

 

La pérdida rápida y conveniente de rigidez que vuelve al dron resistente a los choques procede de una combinación única de capas rígidas y elásticas. Una membrana de elastómero es estirada y después colocada entre placas rígidas. Cuando el sistema está en posición de descanso, las placas se mantienen juntas y proporcionan a la estructura su rigidez. Pero cuando se aplica suficiente fuerza, las placas se separan y la estructura puede doblarse.

 

Estas singulares estructuras que pueden alternar entre rigidez y flexibilidad tienen aplicaciones adicionales además de proteger a los drones de daños por impacto. Mientras desarrollaban su dron, los investigadores usaron esta misma tecnología para crear unas pinzas que se vuelven blandas una vez alcanzan un cierto nivel de presión, lo cual evita que rompan el objeto que estén cogiendo.

 

Una tendencia en auge dentro de la robótica es crear robots más blandos que los tradicionales, que puedan desempeñar los mismos trabajos básicos y al mismo tiempo operar junto a humanos sin riesgo de herirles con un golpe accidental, algo, esto último, que puede ocurrir con un robot rígido. Por otro lado, hay trabajos para los que resulta fundamental que el robot posea un cierto nivel de rigidez. Con el nuevo sistema, Mintchev, Shintake y Floreano han demostrado que es posible alcanzar el equilibrio adecuado entre ambos extremos.

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