Guatemala estableció un nuevo récord en recepción de divisas por remesas familiares en 2017, al cerrar el año con 8.192 millones de dólares, 1.033 millones arriba del registro de 2016, que ahora quedó atrás en el comportamiento anual de la variable con un rezago del 12,60 por ciento.
El récord anterior, de 7.159 millones de dólares, correspondiente a 2016, de hecho, ya había quedado atrás desde noviembre de 2017 cuando el Banco de Guatemala contabilizó 7.470 millones.
El resultado se situó dentro de las expectativas de la banca central, que eran de entre un 11 y 14 por ciento de crecimiento de esta variable para el presente año.
La mayor parte del envío de divisas por este concepto proviene de Estados Unidos, donde viven unos tres millones de guatemaltecos, según estimaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, unos 800.000 de ellos en condición irregular. El presidente Jimmy Morales reconoce el aporte vital de los migrantes guatemaltecos en ese país e hizo del tema migratorio la prioridad principal de su política exterior.
Durante diciembre -generalmente uno de los meses con mayor nivel en el envío de remesas desde el exterior-, el país centroamericano recibió 720,3 millones de dólares. No obstante, no fue el más alto durante el año. En mayo se registró el mayor volúmen con 747,4 millones y le siguieron: marzo (US$ 739,8 millones), octubre (US$ 728,2) y junio (US$ 723,7).
Por otro lado, el monto de las remesas este año virtualmente duplicó la suma recibida en 2010, que fue de 4.126 millones de dólares.
La importancia de las remesas familiares para la economía guatemalteca se refleja en el hecho de que su monto a diciembre de 2017 es ligeramente inferior a los 9.229 millones de dólares que a octubre del mismo año -último dato oficial- el país había percibido por el total de exportaciones -que hasta ese mes también mostraban un crecimiento del 7,1 por ciento (interanual)-.
Hasta octubre, de acuerdo con las cifras del Banco de Guatemala, los productos más importantes según su participación en el valor total de exportaciones fueron: artículos de vestuario con US$1.136,3 millones (12,3%); azúcar con US$728,0 millones (7,9%); café con US$709,9 millones (7,7%); banano con $667,0 millones (7,2%); y grasas y aceites comestibles con US$446,5 millones (4,8%). Estos productos representaron el 39,9% del total exportado.