El Gobierno de Guatemala busca que las obras inconclusas del 2017 sean terminadas este año, las cuales ascienden a un monto de 700 millones de quetzales en temas de salud, educación, agua y saneamiento.
Miguel Ángel Moir, titular de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), aseguró que en la primera reunión ordinaria del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur), realizada hoy, “lo que queremos hacer es que la obra de arrastre sea completada y que se tomen en consideración los proyectos que ya iban incorporados en el proyecto de presupuesto de 2018”.
El funcionario aseguró que se tiene previsto que los saldos que estén pendientes sean colocados como proyectos multianuales para que puedan quedar vigentes para el 2019 y completarse la obra de 2018.
“Le vamos a dar luz verde hoy para que la obra de arrastre se siga ejecutando en este momento, sin necesidad de esperar las reprogramaciones para empezar la ejecución”, aseguró el funcionario.
Señaló que “serán sacrificados algunos proyectos, naturalmente, porque la reprogramación disminuye el presupuesto vigente. Pero la intención es no dejar obra de arrastre a medias y poder cumplir con las prioridades establecidas”, enfatizó el funcionario a los medios de comunicación.
Además, se hará la propuesta de un estudio para la instalación de plantas de tratamiento, ya que “no existen los recursos, no solo por parte de las municipalidades, sino de los Consejos de Desarrollo”, dijo.
Moir señaló que existen 700 millones de quetzales pendientes de ejecutar en diferentes proyectos, por lo que confió en que los fondos puedan reprogramarse.
“Vamos a establecer un mecanismo ágil con el Ministerio de Finanzas Públicas para que estas reprogramaciones sean autorizadas lo antes posible”, dijo.