La medallista olímpica surcoreana de patinaje sobre hielo Kim Yu-na encendió este viernes el pebetero durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018, marcando así el inicio del evento deportivo.
La Llama Olímpica, que ha pasado de mano en mano durante 101 días, fue entregada por dos atletas de las dos Coreas del equipo unificado de hockey femenino a Kim, que entró en el Estadio Olímpico de PyeongChang patinando sobre hielo.
La excampeona surcoreana se alzó con el oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver (Canadá) en 2010 y con la plata en los Juegos de Invierno de Sochi (Rusia) en 2014, donde finalmente colgó los patines.
En la actualidad, es una de las atletas más populares y mediáticas de Corea del Sur, así como la embajadora de PyeongChang 2018.
En la anterior cita olímpica de Corea del Sur, los Juegos de verano de Seúl de 1988, tres surcoreanos encendieron el caldero simultáneamente: un maestro, un estudiante de secundaria y un maratonista en esos Juegos.