La economía estadounidense creció a una tasa anual de 4,2% en el segundo trimestre, su mejor desempeño en casi cuatro años, aunque los economistas calculan que ello se atenuará debido a las recientes disputas comerciales.
La cifra del producto interno bruto -la producción total de bienes y servicios de un país -resultó idéntica al cálculo que había hecho el departamento de Comercio el mes pasado, informó el gobierno el jueves.
El presidente Donald Trump ha mencionado recientes resultados económicos como prueba de que sus políticas están dando resultado. “Estamos mucho mejor de lo que nadie jamás pensó posible”, expresó Trump en una conferencia de prensa el miércoles por la noche.
Sin embargo, parte de ese crecimiento se debe a que muchas empresas están apresurándose por exportar grandes cantidades de sus productos antes de que entren en vigencia los aranceles que el mismo Trump ha impuesto.
Muchos economistas calculan que en el trimestre actual, el crecimiento se ha frenado a entre 3% y 3,5%. Si bien la actividad comercial impulsó el PIB en 1,2 puntos porcentuales en el segundo período debido al caudal de exportaciones, se cree que en el tercero más bien mermará el crecimiento en aproximadamente un punto porcentual.
Aun así, los economistas calculan que el crecimiento económico para todo el año terminará siendo de alrededor de 3%, su mejor desempeño desde 2005, tres años antes de la crisis financiera mundial que sumió a Estados Unidos en su peor recesión desde la década de 1930.
Actualmente, Estados Unidos está en su décimo año de expansión económica, el segundo lapso ininterrumpido más largo de su historia, pero el crecimiento en promedio ha sido de 2,2%, por lo que ésta ha sido la recuperación económica más aletargada desde la Segunda Guerra Mundial.
Ese crecimiento era con frecuencia mencionado por Trump durante su campaña, cuando acusaba al gobierno del entonces presidente Barack Obama de tener políticas económicas débiles.
Trump ha aplicado un recorte de impuestos por valor de 1,5 mil millones de dólares, ha fomentado la desregulación y ha prometido una aplicación más estricta de las normas comerciales.