El presidente de Ecuador Lenín Moreno anunció el martes medidas de austeridad estatal, una reducción al gasto gubernamental y un incremento del 25% al precio de la gasolina de mayor octanaje, como parte de las acciones encaminadas a reducir el déficit fiscal e impulsar la productividad.
En un discurso televisado, el mandatario justificó su decisión al señalar que el año pasado recibió a un país quebrado y con una deuda de 60.000 millones de dólares, cerca del 60% del producto interno.
Afirmó que con esas medidas “vamos a recuperar la confianza internacional… mejorar nuestra credibilidad, para conseguir financiamiento más barato, vamos a impulsar la inversión, vamos a potenciar aún más la industria ecuatoriana porque solo así crearemos empleo y estabilidad económica”.
Moreno subrayó que el nuevo paquete económico no afectará a los más pobres y prevé un ahorro de 1.000 millones de dólares anuales.
Entre las decisiones se incluye la eliminación o fusión de 20 instituciones estatales, entre ellos siete ministerios, así como institutos y empresas públicas. También suprimirá las embajadas en Bielorrusia, Angola, Argelia y ocho consulados.
Moreno también dispuso que el estado deje de pagar los servicios de telefonía celular de ministros y altos funcionarios y les suprimió los servicios de seguridad, excepto para quienes estén en cargos de riesgo.
Además destacó que sacará a la venta 1.000 vehículos del parque vehicular del estado y prohibió la contratación directa de obras o servicios por parte de entidades estatales.
A fin de reactivar el aparato productivo, el mandatario también anunció créditos por 1.300 millones de dólares para distintos sectores como la construcción, agrícola, la pequeña empresa y pequeños emprendimientos populares.
La gasolina denominada súper, pasará de 2.32 dólares el galón, a 2.98 dólares, y convocará a una mesa de diálogo nacional para buscar vías para reducir el subsidio a los combustibles, que le generan al estado una carga de 3.000 millones de dólares anuales.