TGW | En un esfuerzo por fortalecer la capacidad de respuesta ante emergencias y desastres que afectan al sector agropecuario, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) de Guatemala presentó la actualización de su Plan Institucional de Respuesta (PIR). Este plan, herramienta fundamental para la gestión de riesgos, se ha robustecido con la incorporación de 16 nuevos protocolos, un enfoque proactivo para la mitigación de desastres y una mayor colaboración con organismos internacionales.
Enfrentando los desafíos del cambio climático:
La actualización del PIR responde a la necesidad de adaptar las estrategias de respuesta del MAGA a los desafíos crecientes que presenta el cambio climático. Los fenómenos hidrometeorológicos extremos, como sequías, inundaciones y tormentas, impactan significativamente la producción agrícola y ganadera, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales.
16 protocolos para una acción efectiva:
En comparación con las versiones anteriores, que incluían 8 protocolos, la nueva edición del PIR presenta 16 protocolos específicos para diferentes tipos de emergencias o desastres. Entre estos protocolos se encuentran:
- Comunicación por emergencia agropecuaria
- Gestión de alimentos en crisis alimentarias
- Administración de centros de acopio
- Búsqueda y rescate
- Respuesta ante emergencias fitozoosanitarias
- Gestión de inundaciones
- Manejo de sequías agrícolas
- Actuación ante deslizamientos
- Respuesta a heladas
- Manejo de incendios forestales
- Acciones ante amenazas volcánicas
- Preparativos para sismos
- Control de brotes epidemiológicos
- Respuesta a mareas rojas.
- Gestión de materiales peligrosos
- Atención a animales en desastre
Un enfoque proactivo para la gestión de riesgos:
El PIR actualizado no solo establece directrices para actuar durante una emergencia, sino que también incluye un componente proactivo que permite la atención de emergencias mediante acciones anticipatorias. El MAGA, a través del Centro de Información Estratégica Agropecuaria (CIEA), mantiene un monitoreo constante de las situaciones de riesgo, en colaboración con la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (SE-Conred). Este monitoreo permite una detección temprana de amenazas y facilita la toma de decisiones informadas para mitigar su impacto.
Colaboración internacional para fortalecer la resiliencia:
La actualización del PIR contó con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Gracias a esta colaboración, se han establecido indicadores específicos para el monitoreo de sequías agrícolas y excesos de lluvia, utilizando análisis de variables predictivas y datos climáticos históricos. Esta información permite al MAGA tomar medidas preventivas y brindar recomendaciones oportunas a los productores para minimizar las pérdidas en sus cosechas.
Impacto en la población y las comunidades:
La implementación efectiva del PIR actualizado tendrá un impacto directo en la población, especialmente en las comunidades rurales que dependen de la agricultura y la ganadería. Al mejorar la capacidad de respuesta y mitigación, el MAGA contribuye a la seguridad alimentaria, la protección de los medios de vida y el bienestar de estas comunidades. La preparación y la prevención son clave para reducir las pérdidas y asegurar un desarrollo sostenible.
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