Claudia Sheinbaum asumirá en diciembre como la primera alcaldesa de Ciudad de México y será la primera vez en 20 años en que un alcalde pertenecerá al mismo partido del presidente, desde que el cargo empezó a elegirse por votación popular.
Las expectativas son altas para la científica de 56 años, que recibirá una de las metrópolis más pobladas del mundo con elevados índices de contaminación atmosférica y graves problemas de congestión vehicular.
Por ello, Sheinbaum, quien ganó en las elecciones del 1 de julio por más de 15 puntos porcentuales de ventaja arrebatándole el poder al izquierdista PRD, está buscando reunirse con las principales automotrices del mundo a fin de elaborar propuestas que permitan reducir los índices de contaminación de la ciudad.
“Lo que estamos planteando, incluso lo quiero hacer antes de entrar en el gobierno, es una reunión con las grandes automotrices y decirles ‘lo que queremos es que Ciudad de México sea el centro de la innovación del transporte del mundo'”, dijo Sheinbaum en una entrevista con Reuters.
“¿Qué tipos de vehículos nos pueden ofrecer, bajo ciertos incentivos, para que haya vehículos híbridos a un costo menor? ¿Qué requeriría la ciudad para entrar a un proceso de vehículos eléctricos?”, agregó, asegurando que su equipo ya contactó a las distintas embajadas para establecer un puente con las empresas.
El tránsito vehicular privado, cuyo parque automotor se duplicó en la última década, es el principal contribuyente a la contaminación del aire de la megalópolis mexicana de 21 millones de habitantes.
En un intento por reducir el monóxido de carbono y las partículas menores a 10 micras (PM10), las administraciones previas implementaron un programa de prohibición de circulación vehicular pero, según Sheinbaum, éste tendrá que ser modificado ya que se concentra en el año de fabricación de los autos y no en sus efectos contaminantes.
Basura, reciclaje.
Sheinbaum, una física y doctora en ingeniería energética, se ha trazado la meta de reducir en al menos un 40 por ciento la concentración de contaminantes en el aire durante su mandato, en los próximos seis años.
Para ello, también quiere implementar un programa de autobuses limpios para Ciudad de México de la mano de las automotrices, modernizar el metro y crear un teleférico para las zonas más deprimidas de la ciudad que conecte con los distintos servicios de transporte.
“Un eje central de nuestra política es reducir desigualdades y la movilidad para aquellas zonas en donde la gente tarda más y gasta más tiempo”, dijo Sheinbaum, quien fue secretaria de Medio Ambiente de Ciudad de México cuando el próximo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, se desempeñó como alcalde.
La exjefa de Tlalpan, la delegación más grande de Ciudad de México, dijo que durante su gestión no se llevará a cabo la construcción de dos planeadas plantas para la transformación de basura en energía por considerar que representan la mayor deuda en la historia de la ciudad: 3,000 millones de pesos (161 millones de dólares) anuales en los próximos 30 años.
“No está justificado el monto de inversión frente a lo que se va a dar”, dijo. “Ambientalmente es una planta que va a generar residuos peligrosos. Lo que más energía te da en la quema, son aquellos insumos que son los más factibles de reciclamiento, como el polietileno de alta densidad”.
Sheinbaum, quien ha sido miembro de la Comisión para Políticas de Desarrollo de Naciones Unidas y consultora del Banco Mundial, dijo que durante su gestión potenciará el reciclaje y controlará las quemas agrícolas, una práctica prehispánica que “no se resuelve de la noche a la mañana”.