El presidente Donald Trump cuestionó el martes la comercialización de armas de fuego de plástico hechas con impresoras en 3-D y señaló a través de su cuenta de Twitter que está consultando con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
“Estoy investigando la venta de armas de plástico en 3-D al público”, dijo Trump en su cuenta de Twitter que se refería al poderoso grupo de presión de la Asociación Nacional del Rifle. “Ya hablé con NRA, no parece tener mucho sentido”.
I am looking into 3-D Plastic Guns being sold to the public. Already spoke to NRA, doesn’t seem to make much sense!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 31, 2018
La demanda presentada el lunes en Seattle lucha contra un acuerdo de junio entre el gobierno federal y la compañía Defense Distributed, con sede en Texas, que permite a la empresa publicar sus diseños legalmente. Sus planos descargables se pondrán en línea el miércoles.
La demanda pide a un juez que bloquee el acuerdo del gobierno federal a fines de junio con Defense Distributed, lo que le permitió a la compañía hacer que los planos estén disponibles en internet.
Representantes del departamento de Justicia de EE.UU. no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios. Tampoco lo hizo la NRA.
Se unieron a la demanda los fiscales generales demócratas en Massachusetts, Connecticut, Nueva Jersey, Pensilvania, Oregón, Maryland, Nueva York y el Distrito de Columbia. Por otra parte, los fiscales generales de 21 estados pidieron el lunes al secretario de Estado Mike Pompeo y al fiscal general Jeff Sessions que se retiren del acuerdo con Defense Distributed, indicando que “crea un riesgo inminente para la seguridad pública”.
Por su parte, los expertos de la industria de armas han expresado dudas de que los criminales se tomarían la molestia de imprimir este tipo de armas, ya que las impresoras hacen que fueran muy caras y en sí mismas tienden a desintegrarse rápidamente mientras que las armas de fuego tradicionales son fáciles de conseguir.