TGW Digital – Antigua edificación que protegía la entrada por río Dulce en Izabal. Sus vestigios arquitectónicos son atractivos que invitan año con año a turistas de todo el mundo.
Con el paso de los años, la actividad marítima de la zona disminuyó considerablemente y Río Dulce perdió mucha de su importancia económica y ahora el castillo permanece como un recuerdo, testigo de tiempos pasados y atractivo turístico.
En el interior del área turística, previa al castillo, es posible encontrar jóvenes caribeñas que trenzan el cabello de los visitantes, así como tiendas con recuerdos del lugar.
Una vez dentro del castillo, es posible visitar cada una de sus partes pues la tarea de restauración ha sido extensa y exitosa. La vista desde la parte alta del torreón es interesante. También se cuenta con paseos por lancha a los alrededores.
Con información de Inguat