La industria de las pilas es clave para nuestro planeta: tiene la capacidad de salvarlo… o de destruirlo.
Si logra lo primero, entonces las energías renovables -como la solar, la eólica o la geotérmica- se convertirán un día en nuestra principal fuente de suministro energético. Y para llegar a ese punto deberemos reducir sistemáticamente las emisiones de CO2, es decir, “descarbonizar” el mundo.
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Una parte fundamental de esa “descarbonización” tiene que ver con el transporte. El “pero” está en qu
e los autos eléctricos usan baterías de litio y eso plantea un problema porque el litio también es un recurso mineral que llegará a su fin.
¿Cómo almacenar entonces energía sin contaminar y sin que el coste sea exagerado?
Hay dos elementos que podrían tener la respuesta: el zinc y el oxígeno.
“El ‘santo grial’ de las baterías”
El zinc podría ser el material que reemplace al litio en las pilas recargables. De hecho, ya se está haciendo en algunos pueblos de Asia y África.
El biotecnólogo Patrick Soon-Shiong, presidente de NantEnergy, una firma con base en Arizona, EE.UU., especializada en el almacenamiento de energía, anunció la semana pasada durante la cumbre One Planet -que se celebró en Nueva York el 26 de septiembre- el desarrollo de una nueva pila recargable hecha de zinc.
“El zinc es el ‘santo grial’ de las baterías”, declaró en una entrevista que se publicó en el canal de televisión estadounidense CNBC.