El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo el lunes que el líder norcoreano, Kim Jong Un, está listo para permitir que los inspectores internacionales ingresen a un sitio clave de pruebas nucleares, lo que indica un paso adelante en el compromiso de Pyongyang de desnuclearizar la península coreana.
Después de reunirse con Kim en Pyongyang el domingo, Pompeo dijo a los periodistas en Seúl que el líder había acordado abrir el sitio de pruebas nucleares de Punggye-ri a los inspectores, según un informe conjunto. Corea del Norte afirma haber destruido el sitio.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo el domingo que “el secretario Pompeo y el presidente Kim también acordaron instruir a sus respectivos equipos a nivel de trabajo para que se reúnan pronto para intensificar las discusiones sobre los principales temas pendientes para cumplir con la Declaración Conjunta de la Cumbre de Singapur”.
Agregó que Trump “espera continuar construyendo sobre la confianza establecida con el Presidente Kim en Singapur”.
El anuncio del domingo se produjo poco después de que Pompeo llegó a Seúl, luego de su cuarta visita a Corea del Norte, donde se reunió con Kim.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, agradeció a Pompeo por su visita y expresó sus buenos deseos por la posible próxima cumbre.
EE.UU. y China expresan preocupación por sus relaciones
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo expresó preocupación por las acciones del gobierno chino el lunes, durante una reunión en Beijing, en la que el ministro de Relaciones Chino, Wang Yi, hizo lo propio con respecto al gobierno estadounidense.
Wang dijo que Estados Unidos ha estado aumentando las tensiones comerciales entre las dos partes y que trató a Taiwán de una manera que China considera objetable. Indicó que esas acciones han afectado la confianza entre Estados Unidos y China y que Estados Unidos debería detener “este tipo de acción equivocada”.
Pompeo respondió que Estados Unidos tiene sus propias preocupaciones sobre las acciones de China y que esperaba discutirlas durante las conversaciones del lunes.
La visita a Beijing se produce días después de que el vicepresidente de los EE.UU., Mike Pence, pronunció un discurso ampuloso en el que acusó a China de agresión militar, robo comercial, aumento de violaciones de derechos humanos e intervención electoral contra Trump.