Día de la Marimba: Dos monumentos a la marimba con espíritu quetzalteco

Día de la Marimba: Dos monumentos a la marimba con espíritu quetzalteco

Una gran marimba y sobre ella una mujer dan la bienvenida a todo aquel que arriba a la cabecera municipal de Quezaltenango, la segunda ciudad en importancia después de esta capital.

La obra fue creada en 1970 por el escultor quetzalteco Rodolfo Galeotti, quien se inspiró en los autores de la música de marimba y en el instrumento en sí mismo, considerado desde 1999 como símbolo patrio y expresión del espíritu e idiosincrasia de la cultura guatemalteca.Como dato curioso, Galeotti suma a la gran marimba, de doble tecla, la estatua de una mujer para de esa forma homenajear de paso la belleza de las quetzaltecas y su terruño natal.

Pero un monumento más pragmático va tomando forma en el capitalino Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, la Escuela Nacional de la Marimba, un sueño del ingeniero, pintor y muralista Efraín Recinos, interrumpido por su muerte en 2011.El Gobierno de Guatemala invertirá 12 millones de quetzales (1,6 millones de dólares) en la llamada obra gris, cuya inauguración se prevé para junio próximo, después de una pausa constructiva de 10 años y algunas variaciones en los planos de Recinos aunque sin alterar su diseño base, una marimba estilizada.

La Escuela está destinada a ser el centro de los estudios marimbísticos en este país, pero también acogerá a compositores y fabricantes del instrumento musical patrio, según el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.

El reciento tendrá además de aulas, un anfiteatro, museo etnográfico y un centro de investigación, donde se impartirán cursos y se realizarán exhibiciones, conferencias e incluso habrá talleres de construcción de marimbas.

En la sede se atenderán estudiantes desde los cinco años en adelante y la meta es profesionalizar a todos los músicos que ya tocan de forma empírica el instrumento para que sean los futuros profesores de la carrera, avalada por el Ministerio de Educación.

Entre hierros, ladridos manchados y muros a medio terminar, el arquitecto Augusto Vela confía en llevar a buen puerto este ambicioso complejo fruto de la mente de su maestro Recinos, cuya impronta sorprende en muchísimos edificios de esta ciudad.

Para Vela el desafío que tiene ante sí es una escultura habitable, de formas curvas y discurso coherente con el paisaje arquitectónico del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, otra joya emblemática de la cultura nacional con el sello del prestigioso escultor quetzalteco.

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