TGW DIGITAL | Hoy se conmemoran dos años de aquel inolvidable 18 de diciembre de 2022, cuando la selección argentina, liderada por Lionel Messi, alcanzó la cúspide del fútbol mundial en Qatar. En el Estadio Lusail, bajo una noche mágica, el equipo de la “Scaloneta” logró su tercer título mundial, coronando a una generación dorada y al mejor jugador de todos los tiempos.
La final de Qatar 2022, considerada por muchos como la “final del siglo”, enfrentó a Argentina contra Francia, el campeón defensor. Desde el pitazo inicial, el partido estuvo marcado por la emoción y la intensidad. Argentina dominó los primeros minutos, con dos goles de Messi y un penalti ejecutado por él mismo, lo que parecía asegurar la victoria. Sin embargo, el espíritu luchador de Francia, encabezado por un inspirado Kylian Mbappé, llevó el partido a una definición épica.
El triunfo de una generación
La final de Qatar no fue solo un enfrentamiento deportivo, sino un reflejo del esfuerzo, la pasión y el sueño de todo un pueblo por recuperar la gloria perdida. Messi, quien durante años había soportado críticas y dudas sobre su capacidad para ganar el título mundial, alcanzó la cima que tanto merecía. Cada pase, cada regate, cada gol en ese torneo cimentó su lugar en la historia de la Copa del Mundo.
El partido alcanzó su clímax con el empate 3-3, lo que llevó a la definición en penales. Allí, la figura de Emiliano Martínez brilló con sus atajadas, mientras que Gonzalo Montiel marcó el penalti decisivo, sellando el tercer título mundial para Argentina. La imagen de Messi levantando la copa en el centro del campo quedó grabada para siempre en la memoria colectiva del país.
#TheBest @emimartinezz1 y @agarnacho7, nuestros premiados en la gala de la FIFA 2024.
☝ Ale, Premio Puskás
✌ Dibu, Mejor Arquero
También elegido para custodiar el arco en el once ideal del año¡Cracks! pic.twitter.com/rKd1CvRqXR
— Selección Argentina ⭐⭐⭐ (@Argentina) December 17, 2024
Un país unido por el fútbol
Esa noche en Lusail fue una explosión de emociones: lágrimas, abrazos y celebraciones que marcaron el cierre perfecto para una carrera que había estado llena de desafíos. Para Messi, ese triunfo significó mucho más que un trofeo; representó la culminación de una espera que parecía interminable. Con humildad y liderazgo, logró lo que muchos creían inalcanzable, y junto a él, toda una nación celebró el regreso de la gloria mundial.
Hoy, dos años después, Argentina sigue disfrutando de los ecos de su victoria en Qatar. El recuerdo de ese triunfo sigue vivo en cada rincón del país, desde los barrios humildes hasta las zonas más remotas. Messi continúa siendo un ícono, no solo por su destreza en el campo, sino por su legado como líder y símbolo de perseverancia.
Una gloria eterna
El título en Qatar no solo cambió la historia del fútbol argentino, sino que dejó una huella imborrable en la memoria de los aficionados de todo el mundo. En cada rincón de Argentina, los recuerdos de esa noche perduran. El sueño de Messi y de toda la Albiceleste sigue siendo una realidad palpable, una gloria que permanecerá por generaciones.
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